José Inés Figueroa Vitela
Aunque la semana pasada, la coalición encabezada por Morena modificó su convenio para la elección senatorial, al incluir a tres Estados, todavía tiene hasta antes del 15 de febrero, en que abre el período de registro de las candidaturas a la elección federal, para hacer otras adecuaciones.
La aclaración vale, por quienes andan preguntado cómo le hará el Partido Verde para postular al exgobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES al Senado de la República, si hasta la fecha se mantiene que en Tamaulipas va junto a Morena y el PT a la elección de marras.
Por supuesto, la eventual disolución de la coalición en nuestro estado, por añadidura pondría al tercer coaligado, el PT, a postular candidatos propios al Senado en Tamaulipas.
Aunque Seguimos Haciendo Historia se mantiene por encima de las oposiciones y sus aspirantes, no hay día en que no resulte una barbaridad por la que estos se siguen hundiendo.
La denuncia hecha pública ayer, por la paisana tamaulipeca, dirigente nacional de las mujeres priistas, MONTSERRAT ARCOS, sobre violencia política en razón de género, a raíz de la presunta extorsión de la dirigencia central del partido, por negarse a cederles la mitad del financiamiento especial para capacitación política de la mujer, los pinta de cuerpo entero.
Por supuesto que es creíble lo del intento de extorsión y persecución con esos móviles.
Así se ha visto y denunciado a todos los niveles, sin faltar Tamaulipas, donde hasta una exdirigente dispuso “libremente” del recurso entregado por el gobierno para la capacitación de mujeres, generando sanciones.
El evidente rompimiento de MONSE con ALITO MORENO y su cajero, sin embargo, no parece encuadrarse en otras dimisiones asociadas al chapulineo tradicional, como algunos ya han sacado a cuento.
Pareciera más bien un pleito de pesos y centavos, de prebendas y concesiones pactadas y no cubiertas.
Otra escena vergonzante que podrá o no, provocar transiciones de votos de cara a la elección del dos de junio, pero que en el amplio espectro de las tendencias no varía el destino de la elección presidencial perfilada.
Igual el convenio revelado sobre la elección de Coahuila, con un dirigente nacional panista, MARKO CORTEZ, evidenciado como pedigüeño de poca monta, hasta el punto que el exgobernador de Querétaro, PANCHO DOMÍNGUEZ “pendejeándolo” en público, anda pidiendo su relevo.
Y eso que aún no se revelan los “negocios”, con los jefes de la banda que el sexenio pasado asaltó el gobierno tamaulipeco, quienes pregonan a los cuatro vientos haberle mercado ya plurinominales de impunidad para la elección de este año.
Lo que digan o hagan los CABEZA, seguirá empujando al fondo a la coalición prianista y como que traen la lengua suelta en las redes sociales por estos tiempos.
Cuando critican al actual Secretario de Seguridad, por algún desliz verbal, lo que viene a la mente de los tamaulipecos son todas las atrocidades, que ellos cometieron y las que pretendieron ocultar, para armar ese discurso de ser los paladines de la paz y la justicia, que nadie les creyó antes y menos ahora.
Por los resultados igual se conoce hoy el empeño y determinación del actual gobierno para transformar a Tamaulipas.
Por esto y por aquello, si se quedaron en el camino de ser candidatos al Senado RAMIRO RAMOS y EDGAR MELHEM, o si ARTURO NUÑEZ finalmente acompañará a la cabecista IMELDA SANMIGUEL abanderando la coalición prianista, resulta muy buena intrascendente.
El proceso de registro de aspirantes a las candidaturas del PAN a las alcaldías, que el PRI se agachó para hacerlas propias, igual literalmente sigue ensuciado por el exgobernador de triste memoria.
Su foto panorámica montada tras la mesa de los registros garantiza que los ciudadanos sepan qué representan en la contienda.
