José Inés Figueroa Vitela.-
Aunque muchos no estaremos de acuerdo en la resultante, el
Presidente de la República ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, le
ofreció una salida digna, al Fiscal General de Justicia de Tamaulipas,
IRVING BARRIOS MOJICA: cambiar, o entregar el cargo.
La especie, es equivale al perdón por los tantos delitos cometidos:
desde el procesamiento de personas inocentes, para convertir el asesinato
de un periodista en Nuevo Laredo, en otro instrumento de persecución
política, hasta las ejecuciones extrajudiciales, los robos y secuestros por
órdenes del exgobernador de triste memoria, el asesinato, despojo y
confinamiento de particulares, cuyo patrimonio se le antojó “al jefe” y su
parentela.
“Quizá no va a darle curso a las denuncias contra los exfuncionarios,
pero ya no van a poder seguir encubriendo actos de prepotencia o de
corrupción”, dijo en aparente resignación el Jefe de las Instituciones del
país, durante La Mañanera de ayer en Palacio Nacional.
La expresión causó desencanto en algún apartado de los
tamaulipecos, con todo y la explicación sobre el entorno que hace
inamovibles a esas figuras, como parte de un plan perverso de largo aliento.
En síntesis, la modificación del marco jurídico y la infiltración de las
estructuras jurisdiccionales que hizo el PRIANISMO, para consolidar esos
cotos de abuso e impunidad.
“Será necesario reformar las leyes, para que los Fiscales -jueces,
auditores, consejeros, comisionados, magistrados- sean en efecto
autónomos, sin depender o estar al servicio del gobernante en turno, menos
de los pasados”, expresó LÓPEZ OBRADOR en aquella alusión al terruño,
reiterando bondades en el gobernador AMÉRICO, cuya atención acota los
excesos del pasado reciente.
“Ya es otra cosa; ojalá y se den los cambios… o que él cambie;
también no hay que descartar eso; dicen que hasta las piedras cambian de
modo de parecer”, abrió la puerta al tal IRVING, en una extraordinaria oferta
que tendrá fecha de caducidad pronta… esperemos.
A los enemigos del pueblo, precisamente señalados en las urnas de
los últimos procesos electorales, solo le quedan unas cuantas cajas de
resonancia de baja factura, menor dignidad y cero escrúpulos, muy ad hoc
al perfil de sus mandos.
De ellos se ocuparon por separado, en sendas conferencias de
prensa, el alcalde capitalino, LALO GATTÁS BÁEZ y el Vocero de
Seguridad, JORGE CUELLAR MONTOYA, sin que se hubieran tratado de
actos concertados.
El Jefe Edilicio victorense, los aludió como enemigos del municipio,
dedicados a difundir noticias falsas para crear una mala imagen de la
localidad que afecte a los ciudadanos, a los sectores productivos y
prestadores de servicios, y a su economía.
GATTÁS recordó la condición de mitómano del exgobernador y su
hermano Senador de minoría -“nunca ha ganado una elección”-, repasando
algunas de las mentiras que ellos y sus secuaces, alarmistas y agitadores,
han estado difundiendo en los días recientes.
Contra ello, el alcalde se declaró entusiasmado, bien y de buenas,
porque terminó un periodo vacacional con saldo blanco e índices
halagüeños: más visitantes, más ocupación hotelera, más derrama
económica, respecto de los años anteriores.
El Vocero CUELLAR MONTOYA, igual repasó las noticias falsas de
última emana difundidas por los abonados del exgobernador y su familia,
recordando que al mentir y ser descubiertos, sus canales se desprestigian y
pierden toda credibilidad, como de hecho ha estado pasando.
En el récord de “fake news” de la jornada, se anota la afirmación de
que había ponchallantas tirados en la carretera Interejidal de Victoria -un
bache tras un tope causó la ponchadura de neumáticos-; que a balazos se
disolvió una reunión de las mesas de seguridad -no hubo tal-; que hubo
intoxicación masiva por consumo de alimentos en el Complejo de Seguridad
-tres guardias comieron tacos en una fonda y le cayeron mal- y que se han
disparado los asaltos en negocios y casas habitación.
Sí hubo el robo de dos camionetas entre Reynosa y Río Bravo, de las
que una dejaron abandonada en las cercanías del asalto y la otra se sigue
buscando al igual que a los autores del delito, dijo el vocero, al convocar a
la ciudadanía a remitirse a los informes oficiales, con la seguridad de que
ahí solo se hablará con verdad, trátese de lo que se trate.
“Esa ha sido la instrucción del Gobernador y así lo estamos haciendo
-garantizó el funcionario-, aunque nos tardemos a veces un poco, para
hacer las verificaciones de rigor”.