diciembre 3, 2024
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Joel Balderas

¿Qué le pasó a Cd. Victoria?

octubre 13, 2023 | 800 vistas

Para nadie es algo nuevo que, a lo largo de los últimos años, para ser exactos poco más de 15, Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas, ha quedado atrapada en un estancamiento preocupante hablando de su desarrollo como capital del Estado. Las promesas de un progreso continuo y un futuro brillante se han vuelto meras ilusiones y promesas de campaña, mientras la realidad pinta un lamentable escenario.

Ahora hablo (en realidad escribo) con el derecho que me da el orgullo de ser, por nacimiento, victorense y porque también fui testigo real y cercano de lo que ahora les cuento y les recuerdo:

Si mi memoria no me falla, la última vez que Victoria tuvo un avance significativo en el desarrollo y en el embellecimiento urbano de la ciudad fue durante la administración de Eugenio Hernández Flores, del 2002 al 2004, hace ya casi 20 años. En esa administración la ciudad dio un salto tremendo a la modernidad y el desarrollo, citaré solo algunos ejemplos para el análisis:

En esa administración se realizó un importante programa de embellecimiento de parques y jardines municipales como parte del impulso al cuidado del ambiente, también se creó el primer relleno sanitario municipal operado bajo normas internacionales, se exigía la limpieza de los predios baldíos de particulares, había buena recolección de basura y también se modernizó el alumbrado público, más del 80% del territorio estaba alumbrado por las noches.

En el tema de la movilidad vial, un gran programa de modernización de semáforos resolvió problemas de vialidad en muchos puntos de la capital, se cambiaron de sentido algunas calles, se implementaron pares viales, se trazaron importantes obras como el crucero de la calle 8 con López Mateos, se inició el proyecto del Eje Vial Norte-Sur al que también conectaron la calle Michoacán, se empezó a gestar la modernización de la calle 8 con sus laterales y camellones, se metió mano a la calle Hidalgo remozando fachadas de edificios junto a grupos empresariales, se intentó rescatar como corredor cultural a la antigua estación del tren.

La mayoría de las calles estaban limpias de baches y cualquier obra de modernización vial como instalación y programación de semáforos y pavimento de calles se hacía en horas de la madrugada para no molestar el tráfico, uno amanecía y veía la ciudad ordenada.

Se normó la instalación del ambulantaje y el uso de publicidad en espacios públicos, se respetaban los derechos de los peatones creando espacios peatonales importantes, había cordones y banquetas en orden y limpios, uno podía caminar por el centro de la ciudad de manera cómoda.

Tuvimos la fortuna de recibir a nuevas cadenas comerciales nacionales y transnacionales que impulsaron la economía local, además se fomentó el turismo, la preservación y promoción de la identidad cultural de la ciudad con festivales culturales en espacios públicos populares como la concha del Planetario, hoy casi olvidada y muchas plazas públicas en principales colonias de Victoria.

En el tema de la gestión para el desarrollo se bajaron recursos del programa ONU Habitat para que, entre otros programas, se beneficiara a trabajadores del ayuntamiento con “pies de casa” a costos mínimos creando el Fraccionamiento Las Enfermeras al noroeste de la Ciudad.

En pocas palabras, en esa administración tocó ver buenas cosas para la capital, porque en esa administración había gente con experiencia en los temas de la ciudad y además, cosa mucho más importante, que esos funcionarios tenían sentido de pertenencia y orgullo a nuestra ciudad porque la cuidaban, se veía una ciudad limpia, una ciudad ordenada y cómo no, si en esa ciudad vivían y algunos aún viven junto a sus familias, cosa que ahora se les olvida a muchos, habitamos la misma casa, Ciudad Victoria.

En aquellos años que ahora refiero, había funcionarios que vale la pena mencionar ahora como José Luis Mata Blanco en Servicios Públicos, Yoliria Joch González en Desarrollo Social, Homero de la Garza Tamez en Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Heberto Cavazos Lliteras en medio Ambiente, el ingeniero Daniel Meléndez

 

García un magnífico ingeniero experto en temas de movilidad vial, por mencionar solo algunos que me tocó ver de forma cercana trabajando en las calles y no sentados detrás de un escritorio, tenían compromiso social y podrán decirme que para eso se les eligió y para eso se les pagaba, pero hoy se les elige y se les paga y no sucede lo mismo.

Lo que estuvo antes y lo que vino años después de esa administración municipal es tema que debe debatirse en otro contexto, por hoy nos quedamos sobre lo que creo es un ejemplo claro de un momento en el que Victoria experimentó un desarrollo verdaderamente tangible y positivo.

Después de esa administración que terminó en el 2004 y aún unos años después, a la ciudad le pasó algo que la hizo quedarse estancada, factores hay muchos, pero uno de los principales es que nos han tocado en su mayoría gobernantes que han ocupado los asientos del poder dejando una marca de ineficiencia y falta de visión.

Aquí nos toca reflexionar que no se trata de partidos políticos buenos o malos porque ya hemos pasado por tres distintos desde entonces, el PRI, el PAN y hasta Morena en la última administración y creo que seguimos parados en el mismo lugar, esperando alcaldes que sepan ser alcaldes y funcionarios que sepan funcionar.

En los últimos años hemos visto como la falta de pericia para resolver problemas heredados, además de recursos públicos insuficientes, han sido la tónica dominante de los mandatos que hora tienen así a nuestra ciudad; la ciudad simplemente quedó detenida en un proceso que yo puedo llamarle solo de supervivencia.

Los efectos de administraciones deficientes son palpables hoy en día en todos los aspectos de la vida de nuestra ciudad. Las calles llenas de baches, los servicios públicos insuficientes e ineficientes, la falta de mantenimiento en parques y espacios públicos totalmente olvidados son consecuencia de una mala administración del recurso municipal y muy poca capacidad en la gestión de recursos.

También se ha visto como la economía de la ciudad se fue estancado poco a poco. Empresas locales lucharon por sobrevivir en un entorno hostil, mientras que la inversión extranjera y el turismo ya no se atraen tan fácil ante la falta de condiciones para instalarse en la ciudad. La tasa de desempleo se mantiene alta, y los jóvenes talentosos se ven obligados a emigrar en busca de oportunidades que su ciudad natal no les puede ofrecer.

Estamos a tiempo de que los ciudadanos nos unamos y exijamos un cambio. La ciudad merece líderes gobernantes comprometidos con la transparencia, la responsabilidad, la escucha ciudadana y la visión a largo plazo, ¡somos la capital!.

Otra cosa importante es que no debemos permitir que el desgaste de una ciudad mal administrada sea la narrativa permanente de los candidatos porque eso ya lo sabemos todos. Nuestra ciudad merece un cambio urgente real y eso no se hace con un discurso ideológico, se logra con cambios estructurales y está en nuestras manos hacerlo realidad.

Así que de ahora en adelante tomemos tiempo para reflexionar bien antes de caer en las pasiones políticas del colectivo por escoger a un gobernante que sea “menos pior” y esta vez vayamos por alguien que logre rescatar el orgullo de sentirnos parte de una ciudad que vuelva a ser limpia y amable y que se vea como capital del Estado.

¡Ahí está el reto para cualquier partido!

 

¡Nos leemos la próxima!

Joel Balderas [email protected]

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