Ángel Lara Martínez
La ‘Revolución Verde’ fue un contundente programa de desarrollo rural integral, que durante el gobierno de don Enrique Cárdenas González se llevó a cabo con acciones políticas, apoyos e incentivos para que los campesinos y productores convirtieran el campo tamaulipeco en el granero de México.
La gente mayor de los ejidos recuerda con añoranza la sensibilidad con que se desarrollaban aquellas acciones, con personal del gobierno apoyando y orientando a los productores, facilitando semillas, construyendo y reparando caminos, entre muchas otras.
Hoy, que la tormenta tropical “Alberto” vino a saciar la sed que de manera generalizada se sentía por todos los rincones, abre un extraordinario panorama, principalmente para las actividades que desarrollamos en el campo.
Justo, a unos cuantos días de iniciar el ciclo agrícola primavera-verano 2024, en la zona centro-sur del estado y luego de ocho años de intensa sequía, los campesinos y productores se preparan para lo que será una buena siembra.
Ahora mismo que el Gobierno del Estado implementó un programa del 100% en subsidio de semilla de sorgo y maíz, para apoyar a los agricultores hasta con 12 hectáreas de temporal.
Este tipo de acciones, son contundentes para el campo tamaulipeco; ya que adquirir una bolsa de semilla de sorgo de 20 kilogramos representa sembrar 3.5 hectáreas en promedio y una inversión por arriba de los dos mil 500 pesos a cosecha.
Al agricultor no lo detiene ahora la inestabilidad en los precios de los granos a futuro, ni lo costoso que han de ser, el diésel, los agroquímicos, el pago de la maquila y toda su mano de obra que se requieren para poder llegar a una cosecha. Hoy lo que nos tiene motivados es, sin duda, el buen temporal que nos cobijó en días pasados y que, según los expertos, seguirá las próximas semanas, lo que nos dará la gran ventaja de ahora si decir, que llegaremos a la canícula con lluvia o bastante humedad en las parcelas.
El gesto de la gente del campo nos delata, en los ojos se refleja muchísimo agradecimiento, felicidad y bastantes ganas de salir a sembrar.
Una vez integrado el combo perfecto para la agricultura en la región, nos declaramos listos, montados y armados; ahora sí que, con la tierra preparada, la semilla lista y humedad suficiente. Que solo los caminos se queden sin sembrar.
Hasta la próxima.