Rogelio Rodríguez Mendoza
¿LO SABE EL SECRETARIO?.- La semana pasada fueron publicadas en el Periódico Oficial del Estado las convocatorias para interesados en convertirse en proveedores de la Secretaría de Seguridad Pública.
La Secretaría de Administración del Gobierno estatal busca proveedores para el seguro de vida de los elementos de la Guardia Estatal, y para “el mantenimiento, preventivo y correctivo, suministro de llantas y suministro de refacciones para el parque vehicular de la Secretaría de Seguridad Publica”.
El hecho no tendría nada de novedoso, a no ser porque durante las últimas administraciones estatales, pero particularmente en la que encabezó el panista, Francisco García Cabeza de Vaca, esas áreas de proveeduría fueron fuente de una corrupción escandalosa.
Como lo hemos denunciado, con recurrencia, desde este espacio, un grupo de funcionarios del área administrativa de la dependencia responsable de la seguridad publica en el estado, construyeron enormes fortunas que hoy los mantienen como dueños de una riqueza inexplicable, traducida en lujosos departamentos en destinos turísticos como Playa Miramar; de ranchos, residencias y negocios.
Con impunidad absoluta, desviaron recursos públicos mediante la simulación de compra de refacciones y mantenimiento para las unidades policiales, y manipulando el suministro de combustible.
Recientemente, al menos dos de los involucrados, funcionarios de segundo y tercer nivel, fueron cesados, pero sin que se le iniciaran procedimientos penales o administrativos, lo que obviamente genera suspicacias y riesgos.
Sobre todo, porque para muchos podría resultar muy atractivo involucrarse en conductas ilícitas que les permiten amasar una fortuna, sabiendo que el único riesgo será el cese.
Va de nuevo la misma pregunta de otras veces: ¿Sabe de todo ello el secretario de Seguridad Pública, Sergio Hernando Chávez?
MALOS ASESORES.- ¿Quién o quienes asesoran a Eugenio Hernández Flores? No se sabe. Pero definitivamente el exgobernador de Tamaulipas debería ir evaluando la posibilidad de reemplazarlos.
Mire que recomendarle (o al menos permitirle) la grabación y difusión de ese video, donde se le ve macheteando la cabeza de una vaca, en referencia metafórica al exmandatario panista, Francisco García Cabeza de Vaca, en vez de sumarle, le resta simpatías.
Desde que Cabeza de Vaca ordenó fabricarle procesos penales para encarcelarlo, Hernández Flores se convirtió, ante los ojos de los ciudadanos, en una víctima de la injusticia, del abuso del poder público.
Por eso, cuando por fin fue liberado, una gran parte de la sociedad tamaulipeca festejó el hecho. Fue precisamente esa calidad de victima uno de los factores que le abrió el camino a la candidatura al Senado.
Sin embargo, con videos como el recién grabado en Xicoténcatl, el expriista, que ahora anda enfundado en la camiseta del Partido Verde Ecologista de México, (PVEM), se pone al mismo nivel del panista.
¿Había necesidad de eso? Para nada. Y menos cuando sigue vivo el riesgo de la extradición a Estados Unidos.
SANO DESMARQUE.- Sin duda resulta bastante sano para la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la decisión del rector, Dámaso Anaya, de aceptarle la renuncia a su secretario de Administración, Marco Antonio Batarse, luego del escándalo sexual en el que se vio envuelto.
Hoy en que el discurso oficial está centrado en la lucha contra la violencia hacia la mujer, lo menos que se esperaba era un desmarque inmediato de las autoridades universitarias respecto de la conducta en que incurrió el funcionario.
Aún más cuando el mismo gobernador, Américo Villarreal Anaya, ya había fijado previamente su posición, condenando enérgicamente el hecho.
Desde aquellas lejanas épocas del porrismo, la UAT había estado alejada de escándalos hacia su interior, lo que le ganó prestigio y reconocimiento de los tamaulipecos, por lo que debe ser una prioridad el atajar cualquier situación que ponga en riesgo esos logros.
Esperemos que lo sucedido haga reflexionar al resto de los funcionarios universitarios acerca de su conducta.
ASI ANDAN LAS COSAS.