Claudia Vázquez Andrade
La aprehensión de Rómulo Garza Martínez, ex secretario de Bienestar Social del gobierno cabecista, lleva a los tamaulipecos a renacer la esperanza de justicia que demandaban por el presunto abuso del ejercicio de poder y saqueo de las arcas estatales por parte del círculo cercano al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Por ello, esperan que como un castillo de naipes empiece a caer toda la estructura cabecista que gozaba presuntamente de la protección de las entidades responsables de la procuración e impartición de justicia, de ahí que, a dos años de administración del actual gobierno, hasta ahorita solo Rómulo Garza enfrente el proceso judicial en reclusión.
Claro que de alguna manera esto deja constancia de que el Estado no ha claudicado en el compromiso de llevar a cuentas a todos aquellos que hayan abusado del poder que representaban o hayan afectado el patrimonio de los tamaulipecos.
Por eso, la gran mayoría espera ver “caer” a personajes como el ex gobernador Cabeza de Vaca, su hermano Ismael, sin perder de vista que existen otras investigaciones que citan a ex funcionarios como el Truko Verástegui, Yahleel Abdala y otros de sus principales colaboradores, que también han sido señalados en los poco menos 90 expedientes que ya están en poder de la Fiscalía General de Justicia del Estado y de la Anticorrupción.
Y obvio que también aquellos que ya fueron imputados y enfrentan el proceso desde la comodidad de sus residencias, como si no le debieran nada a nadie.
En fin, por lo pronto los tamaulipecos, bueno, la mayoría, festina que por lo menos un cabecista ya forme parte de los inquilinos del penal de Victoria.
Esperemos que finalmente, ahora que las instancias de procuración y administración de justicia han sido recuperadas por el gobierno en turno, los presuntos saqueadores le hagan compañía al potosino.
