Rogelio Rodríguez Mendoza
ABREN EL PRIMER CANDADO.- En la 66 Legislatura que inició su periodo de ejercicio el pasado uno de octubre, Morena estará sobrada de votos para aprobar cualquier reforma que se le ocurra.
A diferencia de lo que sucedía en la anterior legislatura, en la que nunca alcanzó los ansiados 24 votos que representaban las dos terceras partes del Pleno, esta vez la bancada guinda, con el respaldo de sus aliados, rebasará con facilidad esa cifra.
En esas condiciones, con la mayoría calificada a su favor, Morena podrá, con facilidad, destrabar los candados que el cabecismo colocó en la constitución local y en algunas leyes, y que le servían de blindaje a favor de muchos de los aliados que dejó incrustados en instancias claves de la administración pública y en algunos organismos autónomos como el Itait.
Por lo pronto, y haciendo suyo aquel dicho de, “rápido que tengo prisa”, este mismo miércoles Morena y aliados lograron eliminar la participación de los ayuntamientos en el proceso reformador de la Constitución, uno de los “candados” que había colocado el PAN, por exigencia del exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Además de la mayoría calificada, Morena tendrá a su favor unas bancadas opositoras bastante diezmadas. El PAN contará con apenas siete diputados, mientras que el PRI dispondrá de ¡uno!
En suma, el morenismo tendrá el camino libre para eliminar todos los obstáculos que el cabecismo dejó sembrados, y que complicaron el tránsito de la administración del doctor, Américo Villarreal Anaya.
Sin embargo, el partido guinda tendrá que darse prisa, porque el gobierno americanista está llegando casi a la mitad de su mandato.
CAÍDA LIBRE.- El cabecismo ya recibió dos golpes mortales: uno, el bloqueo a la toma de protesta del diputado panista, Ismael García Cabeza de Vaca; y dos, la renuncia de uno de sus aliados en el sistema de procuración de justicia, el fiscal anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda.
No se trata de cualquier diputado, porque Ismael es hermano de Francisco García Cabeza de Vaca, precisamente el jefe de la corriente panista conocida como el cabecismo.
Es muy probable que, en los días por venir los tribunales de justicia vayan a allanar el camino para que el también exsenador asuma su cargo como diputado, pero mientras tanto el golpe está dado.
Por supuesto que también es una señal de debilidad del cabecismo, la renuncia de Ramírez Castañeda, de quien nos dicen no resistió las presiones, y más cuando se dio cuenta de que, una vez instalada la nueva legislatura local su remoción era inminente porque, a diferencia de lo que ocurría en la 65 Legislatura, esta vez Morena y sus aliados tienen los votos necesarios para destituirlo.
Bajo ese escenario, queda claro que el grupo político que tutela el exgobernador panista está en proceso de desintegración. Va en caída libre.
OTRA VEZ, LA SET vs SNTE.- En la Sección 30 del SNTE, su secretario general, Arnulfo Rodríguez Treviño, sigue empeñado en jugar a las vencidas con la secretaria de Educación, Lucía Aimé Castillo Pastor.
De acuerdo a lo que ha trascendido desde adentro de la misma organización sindical, el profesor originario de Villagrán se indignó porque la titular de la SET no le consultó los enroques de mandos en algunas posiciones claves de la secretaría.
En respuesta a la descortesía, el líder sindical parece decidido a hacer sentir la fuerza de la organización, y para comenzar autorizó el “puente” de inicio de semana, aprovechando que el martes fue declarado día inhábil a nivel nacional.
Ello, a pesar de que la disposición oficial era que habría clases el lunes.
Ojalá y que el nuevo choque de la SET con el SNTE no vaya a derivar en situaciones que terminen perjudicando a los alumnos, como sucedió con aquel prolongado paro magisterial.
No estaría de más que la secretaria de Educación hiciera un ejercicio de autoanálisis, y se preguntara el grado de culpa que ha tenido en este nuevo pleito.
¿No hubiera sido mejor negociar los cambios con el SNTE?
ASÍ ANDAN LAS COSAS.