El Partido Acción Nacional, asociado con el PRI, postulará candidatos en 37 ayuntamientos, incluidos los municipios “grandes”.
Le deja al PRI cuatro, ahí donde es administración desde el 2021. Alguien podrá alegar ¿ventaja? Pudiera ser. Pero la lucha que se avecina no será un día de campo. Los tricolores se recuperan en las planillas, donde van entreverando regidurías.
Fuerza y Corazón por Tamaulipas, con dominio cabecista, le concede al PRI ocho de 22 distritos: 1 de Nuevo Laredo, 3 Nuevo Laredo, 4 Reynosa, 9 Valle Hermoso, 10 Matamoros, 12 Matamos, 14 Victoria y 19 Miramar. Los restantes 14 distritos son para el PAN.
No son los distritos más fáciles. Morena tiene los ayuntamientos de Nuevo Laredo, Matamoros y Madero. Solo en Valle Hermoso son gobierno.
Hecho el reparto, cada quien se rascará con sus propias uñas, aunque habrá un prorrateo del financiamiento de campañas y los espacios gratuitos en radio y televisión
No desconcertó el convenio. Se sabía que el grupo cabecista empujaba por quedarse con el mayor número de candidaturas, sobre todo en las regiones donde es gobierno, como Tampico y El Mante.
Postulará a su gente en Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Tampico, Madero y Victoria y, donde ya tiene alcaldes, con seguridad los volverá a postular. Es la costumbre.
Precisamente en la capital, el Revolucionario empujaba para que le fuera concedida la plaza, una mujer, que no alcanzó, lo cual se ve como desventaja –le dan cuatro regidurías- porque el partido sigue teniendo presencia. Puede haber consecuencias, por lo menos un movimiento de brazos caídos de grupos tricolores (que no apoyen).
Así le allanan el camino a un neopanista, inicialmente edil por el PRI, que quiere volver por sus fueros.
Igual el PAN se quedó con los órganos de dirección de la coalición, como la coordinación de finanzas y la representación ante los órganos electorales.
El documento fue firmado por los jerarcas estatales del PAN, Luis René Cantú y Mercedes del Carmen Guillén. De última hora dejaron fuera al PRD, porque quería mucho en comparación con su peso específico en votos.
Faltará el reparto equitativo entre varones y mujeres, diputaciones y alcaldías, y que postulen a personas con capacidad de ganar.
Por su parte la coalición Sigamos Haciendo Historia, de Morena, Pt y Verde, parece más equitativa. El partido dominante le dará más oportunidad a sus asociados, si bien no municipios “grandes”, sí en los chiquillos y donde hay competitividad.
Así, por ejemplo, el Partido del Trabajo postulará en Abasolo, Antiguo Morelos, Burgos, Casas, Gómez Farías y Díaz Ordaz. Para los verdes Guerrero, Jiménez, Méndez, Mier, Miguel Alemán, Miquihuana y Soto la Marina. En el resto lleva mano Morena.
No hay coalición en Bustamante y Palmillas ¿por qué? Tampoco van en el distrito 22, Tampico.
A reserva de analizar otros casos, hay que decir que, fuera de Soto la Marina, la coalición guinda perfila ratificar como candidatos a quienes ya son alcaldes, menos a Antonio Medina Jasso, de Soto la Marina, quien llegó por las siglas del PT. Será un espacio para el Verde Ecologista.
Sabiendo que no volvería a tener el apoyo del partido, Medina se fue por la libre, como independiente, pero es fecha que no alcanza el umbral para lograr la candidatura.
Hecho el reparto territorial, habrá que esperar a los candidatos. En Fuerza y Corazón se espera un predominio de amigos y compadres de Francisco García Cabeza de Vaca, aun cuando sus bonos andan muy bajos por los motivos que los tamaulipecos sabemos.
En Reynosa, por ejemplo, que ocupa el más alto padrón electoral, hay un valladar guinda que impedirá que vuelvan a poder. Los han derrotado en los últimos comicios. Es una plaza totalmente morena, desde alcaldía a diputaciones locales y federales.
Factor decisivo son Maki Ortiz Domínguez y su hijo Carlos Peña. Lo seguirán siendo. Tienen el voto duro en sus manos.
En 2022, Carlos como alcalde, ganaron para el candidato a Gobernador Américo Villarreal los cuatro distritos electorales, con más de 120 mil sufragios. Ninguno fue para la oposición.
Peña conquistó la alcaldía en 2021 con un promedio de cien mil votos, el 43 por ciento de los emitidos. Hizo morder el polvo a Jesús María Moreno Ibarra apoyado desde Palacio de Gobierno. La diferencia fue de 20 mil sufragios.
El dúo Maki-Carlos será una vez más el valladar para contener la penetración del cabecismo, como lo fueron desde 2016 en que ella ganó por primera vez el ayuntamiento.
A pesar de su juventud -30 años- Carlos participa en ligas nacionales. Es Vicepresidente de la Asociación de Autoridades Locales de México, la Aalmac, encargada de la creación y rediseño de políticas públicas para mejorar acciones de los gobiernos municipales.
La encuestadora Rubrum califica a Peña como el alcalde morenista mejor calificado a nivel nacional, con una aprobación del 7.49 por ciento.
Para el dos de junio, en Reynosa se pronostica el último adiós al cabecismo. Por enésima ocasión serán derrotados en su propia casa.
En lo federal, Morena encamina la reelección de Olga Juliana Elizondo por el segundo distrito (reelección). En 2021 obtuvo 56 mil votos contra 49 mil de Leticia Gutiérrez Garza, representante de los hermanos García.
Por el noveno distrito se perfila Claudia Hernández Sáenz, la misma que en el 21´ derrotó por 30 mil votos de diferencia a Gerardo Flores Peña, el cabecista número uno (es diputado plurinominal).
En 2018 Elizondo derrotó por casi 30 mil votos Juana Elicia Sánchez Jiménez, igual de las huestes cabecistas, y Armando Zertuche Zuani conquisto 79 mil contra 56 mil votos del más cercano contendiente.
El voto duro contra el cabecismo está definido en la frontera más poblada de Tamaulipas. Con seguridad así será.