María José Zorrilla
Los paralímpicos ya empezaron y China se alza en el medallero con 33 de oro, seguido por Gran Bretaña con 23 y Estados Unidos con ocho doradas. México en este comienzo ya lleva ocho medallas, tres de plata y cinco de bronce. En su cuarto día bastantes más que las conseguidas durante toda la olimpiada por los deportistas que recién regresaron de París. Si bien los premios para los deportistas paralímpicos por primera vez recibirán el mismo estímulo económico que sus pares olímpicos, para mi sorpresa en esta justa conocida como los juegos de la igualdad siguen presentándose ciertos rezagos de gran relevancia. El sábado al mediodía se celebró en la Biblioteca Los Mangos una reunión con Luis Munguía el presidente electo de Puerto Vallarta con los vecinos de la Sección Los Mangos de la Colonia Gaviotas, un pequeño reducto de casas que ha quedado circundado por los grandes desarrollos inmobiliarios. Durante la reunión donde salieron a relucir diversas problemáticas, cayó tremendo aguacero. El tianguis artesanal que se estaba llevando a cabo en los jardines de la Biblioteca y agrupaba a muchas personas se vio sorprendido por la tromba y las personas corrieron a refugiarse en los pasillos del edificio. Al salir mucha fue nuestra sorpresa ver a Chayito -Rosario Pelayo- una chica vallartense con síndrome Down que ha sido campeona de carreras de atletismo, salto de longitud y en el 2018 rompió el récord mundial de velocidad en 200 metros convirtiéndose en la persona más rápida del planeta con Síndrome Down. Se acercó muy cariñosa a saludarnos; todo Vallarta la conoce porque múltiples han sido sus reconocimientos internacionales y nos llena de orgullo su entusiasmo, disciplina y alegría. Al presidente electo no dejaba de decirle que guapo era y lo abrazaba con ternura. Intrigada le pregunté, Chayito porqué no estás en París en los Paralímpicos. Me dijo con cierta tristeza, no puedo competir allá porque no estamos contemplados en esos juegos. Los paralímpicos no están diseñados para las personas con Síndrome Down que son alrededor de nueve millones de personas. Una de las selecciones que más ha luchado por incorporarlos es la española que cuenta con un nadador estrella Carlos Hernández quien igual que Chayito sus sueños olímpicos les han sido arrebatados porque el Comité internacional no ha podido integrar a todos los atletas con discapacidad intelectual. Afortunadamente al margen de los juegos paralímpicos se ha creado la Federación Internacional de deportistas con discapacidad intelectual y efectúa los juegos Virtus. A diferencia del comité paralímpico, esta federación tiene un sistema de clasificación en tres grupos que permite agrupar a los atletas distinguiendo su nivel de discapacidad y su nivel competitivo. Están también los llamados Trisome Games que se celebran cada cuatro años y son especiales para personas Down. Hay quienes sugieren que teóricamente si podrían competir los Down en los paralímpicos, pero solo hay un tipo de discapacidad sin distingo alguno y sería comparable a poner un boxeador de 60 kilos contra uno de 90 kilos. En pleno siglo XXI resulta impensable reconocer que no puedan hacerse las distinciones de discapacidad intelectual como si sucede con los paralímpicos donde un panel de expertos marca las diferencias en categorías según la discapacidad física. Qué lástima que tantos supuestos esfuerzos para alcanzar la igualdad y no puedan hacer una clasificación paralímpica que abarque aquellos aquejados con el Síndrome Down.