Vivimos en una sociedad que se caracteriza por tener reglas para todo. El Estado de Derecho nos impone reglas de convivencia; pero también en la familia, nos prohíben cosas y nos dicen cómo hacer otras; igual en la escuela o en el trabajo, incluso con amigos también existen. Sin embargo, el quid del asunto, para muchos es romperlas. Lo hace el criminal que quita una vida; el niño que roba a su compañero el lonche o la jovencita que entre reclamos y reclamos tiende a golpes a su compañera de estudio.
Puede, me pregunto, una sociedad vivir sin reglas. Creo que no: el desarrollo de la sociedad fue imponiendo reglas, quizá por la ley del más fuerte; o por aquellos que, dotados de ciertas habilidades, se convertían en líderes naturales de su clan o grupo social. Y hoy en día, todo lo que se hace, quiérase o no, tiene reglas, incluida la política y el ejercicio de los derechos cívicos y políticos, como los derechos humanos.
REGLAS Y ACUERDOS
Quienes practican la fotografía saben perfectamente que hay reglas, como la regla de los tercios, de la mirada, las más comunes; pero dentro del grupo de fotógrafos se admite que las reglas se pueden romper, precisamente en aras de una buena y excelente fotografía. Pero no en todas partes, deportes o artes se puede hacer, porque antes de iniciar el juego o la competencia, se toman acuerdos y se establecen lo que se llaman las reglas del juego: y romperlas merece una sanción.
Está por concluir la Leagues Cup 2023, un torneo de futbol que se juega en Estados Unidos con equipos mexicanos y de allá. Y en este momento está que arde el ambiente por recientes declaraciones del Gerardo, el Tata Martino, ex entrenador de la selección mexicana y actualmente del Inter de Miami. Habló mal de los equipos mexicanos, que se la pasan quejándose y, como justificación, explicó: conocían las reglas y las aceptaron. Y claro, en ese sentido, tiene razón: solo queda aguantarse y, para la otra, pues no jugar.
DERECHOS POLITICOS
Las reglas políticas también existen, pero se rompen con mayor facilidad. Se argumenta, en la mayor parte de los casos, que al aplicarlas se violaron los derechos humanos. En cada elección siempre, por lo regular, hay candidatos que se quejan de su partido. Actualmente entre las corcholatas Marcelo Ebrard se quejaba de la falta de reglas en tanto que Ricardo Monreal de que no había piso parejo. En el caso del Frente Amplio por México Jorge Luis Preciado renunció al PAN por presuntas irregularidades; y Miguel Ángel Mancera impugnó ante el Tribunal Electoral su exclusión de la segunda etapa.
¿Por qué se violan las reglas políticas? En un proceso electoral porque las sanciones no son fuertes; o porque se establecieron con ambigüedades y se buscan los recovecos para tomar ventaja. En el caso de Jorge Luis Preciado se antoja que su acto es consecuencia de no satisfacer los requisitos para continuar en la lucha por la nominación. Y en el caso de Mancera, apunta a que cumplió con los requisitos y demanda, en consecuencia, que la autoridad electoral tome cartas en el asunto. Aunque se da por sentado que, al final, será Xóchitl Gálvez la que se quede con la nominación.
VISION DE LAS REGLAS
Las reglas tienen protagonistas con distinta visión. El más claro ejemplo es del Presidente AMLO. Cuando fue candidato, u opositor, se quejaba de las reglas del juego. Por ejemplo, una y otra vez se quejó de como Vicente Fox se metía en un proceso electoral, al grado que en cierto momento le grito: “Cállate, chachalaca”. Y Luego el PRD y AMLO presentaron una iniciativa que derivo en la “Veda Electoral”. A partir de entonces, los servidores públicos no pueden hacer declaraciones ni promociones publicitarias de obras de gobierno.
Hoy que AMLO está en el poder, esa regla le molesta, le estorba para hacer política y por eso proclama que es su libertad de expresión y los que se quejan son conservadores; los jueces que le prohíben hablar son conservadores. Alega que tiene que decirle al pueblo los planes de los conservadores para conquistar, hagan de cuenta, el poder, quitárselo a Morena. Por eso, su ya famosa expresión de que “No me vengan con que la ley es la ley”. Y el problema es que actúa como jefe de partido, no como Jefe de Estado.
AUDITORIO
Las críticas, comentarios, sobre la oposición política debe hacerlas el líder de Morena, Mario Delgado, así como las corcholatas que están peleando por la nominación presidencial, incluso puede y debe hacerlo cada morenista, siempre y cuando no sea un servidor público. El problema es que ellos no tienen, a su disposición, una mañanera que se trasmite por los canales de tv públicos, es decir, del estado, del pueblo mexicano… Y eso, visto de acuerdo con las reglas, es jugar con una extraordinaria ventaja.