La experiencia acumulada por los años, brinda a los hombres y mujeres del campo la suficiente sabiduría para que en pocas palabras puedan expresar su sentir o describir determinado momento.
Es así como a través del tiempo se van construyendo frases o dichos populares que, en su uso cotidiano, han brindado cultura y tradición a la gente buena de las comunidades rurales.
Viene a colación lo anterior, en razón de que al iniciar las campañas políticas en busca de los diferentes cargos públicos, tuve la oportunidad de escuchar a un hombre de avanzada edad, dedicado a la agricultura y la ganadería, quien con angustia y sudor en la frente exclamó: “lo mismo que tiene este gobierno que se va, es lo mismo que tenemos de tiempo que las lluvias se alejaron” a lo que llamó mi atención e insistí en saber cuál era la reflexión que hacía el compañero.
Aquel hombre tomó su pañuelo y secó su frente; con un gesto de coraje nos dijo: haga Usted cuentas, a partir de que este Gobierno federal inició, nos quitaron los programas de apoyo, todos los que conocíamos, ahorita se da una vuelta por las parcelas y le aseguro que no encontrará un tractor nuevo, una rastra y mucho menos una sembradora reciente, dos razones afirmó, durante estos casi seis años ese apoyo que había y animaba a los compañeros a entrarle a la deuda del tractor, nos dicen que ya no existen; otra cosa, afirmó el campesino, los precios del sorgo y maíz han venido en picada, sin freno, dicen que nos quieren pagar a tres mil 200 pesos el sorgo, hasta ganas dan de dejar de sembrar.
Lo cierto de esa plática con este productor, es que tiene toda la razón, no es lo mismo recibir el pago de la pensión o el apoyo de producción para el bienestar, que tener alternativas de subsidios que nos permitan ser más competitivos. Que nos dé certeza de que, al cosechar, el gobierno intervendrá y los precios serán buenos y justos, pero no, los esquemas de comercialización ya no existen.
Y de la lluvia, parece coincidencia, los últimos años han sido tan secos, que los productores cuentan con los dedos las ocasiones en las que ha llovido un poco, por supuesto de manera insuficiente.
Lo más importante de todo esto, es que aunque padézcanos sequía, pocas posibilidades inmediatas de lluvia, insumos caros, precios bajos y la lucha de las candidatas y candidatos por conquistar nuestro voto, los verdaderos productores estamos preparando las tierras para sembrar en el ciclo agrícola, en los cultivos ya establecidos se combaten plagas, se defienden de las malas hierbas, pero sobre todo nos mantenemos informados de lo que sucede en la política.
Bien lo dijo Don Luis, ese día que platicamos en Abasolo “El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame”, abusados con su voto compañeros.
Hasta la próxima.