Entre debates y foros, vamos reconociendo los perfiles de quienes hoy “gastan suela” -con su deshonrosas excepciones-, buscando el favor ciudadano del voto, para convertirse en gobernantes o representantes en las Cámaras.
Por sobre los devaneos interesados en el llamado “círculo rojo”, que elevan y bajan proyectos a placer, la sabiduría popular va trascendiendo hasta hacerla del sentir generalizado.
Es decir, entre las cúpulas, en el reducido grupo de quienes creen saber, quieren decidir y pretenden orientar al conglomerado, apenas está cayendo el veinte que, de origen, es sentimiento popular.
Por supuesto, el botón de muestra por excelencia es el de la candidata presidencial morenista, CLAUDIA SHEINBAUM, a quien tras los dos primeros debates en los que ha participado con sus contrincantes, nadie le regatea su estampa, propia de una estadista; parecer para ser.
Caso contrario, en el mismo ejercicio organizado por el Instituto Nacional Electoral, los adversarios se han visto pequeños, limitados, desencajados, fuera de lugar.
¿Hacía falta el debate para darnos cuenta? No para el grueso de los ciudadanos, las clases populares que, en grado mayoritario, desde el inicio del proceso electoral le han concedido una muy amplia ventaja sobre sus contrincantes.
Los que no lo habían considerado, o no querían hacerlo por así convenir a sus intereses, finalmente han tenido que reconocer que el pueblo no se equivoca y les saca mucha ventaja en eso de identificar horizontes electorales de largo aliento.
En Victoria capital, recién se celebró encuentro de candidatos denominado Foro Político 2024, a instancias de la Mesa Ciudadana de Seguridad Municipal y Justicia, dentro de las instalaciones de la Universidad LaSalle local.
Llegaron algunos de los candidatos a Senadores -los marginales, porque los otros ya traían muy marcada su agenda estatal-, la mayoría de los candidatos a las diputaciones locales y todos los aspirantes a la Presidencia Municipal capitalina.
Aunque el formato fue el de la exposición individual y aislada de las propuestas en materia de seguridad, más que el contraste de tales proyecciones, a través del debate cruzado, esa suerte de pasarela también sirvió para que las audiencias tomaran nota.
Y así como CLAUDIA SHEINBAUM se ha crecido ante sus oponentes, hablando desde la experiencia como gobernante de la Ciudad de México y parte de un proyecto nacional que ha hecho escuela en el último sexenio, los candidatos de Morena hicieron lo propio.
Siempre, con conocimiento de causa.
La llegada del enano que le creció al PRI, llamado PAN, a la administración municipal, multiplicó el saqueo, hizo irreversibles los cortes del servicio, dejó la ciudad sin obras, sus calles oradadas por incontables baches y otra camada de ricos a costas de la depauperación popular.
El otro, que ya fue alcalde, también sigue pareciéndose a lo que es y no es otra cosa que, precisamente el motivo por el que la ciudadanía, en los últimos procesos electorales, les ha negado el voto a los de su tipo y origen.
El contratismo, los cochupos, la simulación, el reparto del presupuesto público como botín, las complicidades, el despojo, la humillación, el atropello, todo eso que los unió como ente indisoluble con el criminal cabecismo.
De mediciones hablando, en torno del proceso electoral doméstico, por demás contundente resulta la de Masive Caller en Reynosa, donde el candidato a alcalde morenista, CARLOS PEÑA ORTIZ, aparece con una ventaja de 25 puntos, que se antoja irreversible, sobre su más cercano contrincante.
Sus 45.5 puntos se ubican a una distancia enorme, de los 19.8 que se le reportan a la fórmula del PRIAN, no se diga del sotanero de Movimiento Ciudadano, con apenas el 9.7 de la intención del voto, de acuerdo a la referida encuesta.
Entonces, suele decirse ¿a qué tanto brinco estando el suelo tan parejo