Rogelio Rodríguez Mendoza
El próximo nueve de febrero, el ingeniero mecánico, Jorge Espino Ascanio, dejará la titularidad de la Auditoría Superior del Estado, (ASE), y con ello llegará a su fin el manto protector que, desde esa instancia recibían el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, igual que un buen número de exalcaldes y exfuncionarios públicos a quienes se les habrían encubierto faltantes e inconsistencias millonarias en el ejercicio del presupuesto público que tuvieron bajo su responsabilidad.
En términos coloquiales diríamos que, “se les viene la noche encima” al exmandatario estatal y a exalcaldes como, Oscar Almaraz Smer, Xicoténcatl González Uresti, Pilar Gómez, Enrique Rivas Cuéllar y Leticia Salazar, además de varios expresidentes del Congreso del Estado.
El mismo Espino Ascanio forma parte de ese “selecto” grupo de sospechosos.
Hasta donde sabemos, durante el proceso de entrega-recepción de la Auditoría Superior del Estado han comenzado a brotar evidencias del presunto manipuleo de auditorías, a través del acomodo de cifras y otros datos, para encubrir a quienes se enriquecieron al amparo de los cargos públicos que ejercieron. Todos esos datos de prueba serán usados para construir nuevas acusaciones penales y dar solidez a otras ya en curso.
Es decir, desde la misma Auditoría Superior del Estado les habrían “maquillado” las cuentas públicas para que las cifras de sus presupuestos coincidieran con lo gastado, de manera que no quedaran evidencias de corrupción.
Muchos de los que serán investigados ya se sentían salvados porque sus cuentas públicas incluso se encuentran archivadas, pero legalmente no hay impedimento para que las mismas puedan ser reabiertas y sometidas a un nuevo escrutinio, como ocurrirá en su momento.
Uno de los casos más sonados es el de, Oscar Almaraz Smer, a quien se le atribuye un escandaloso desvío multimillonario de cuotas obrero-patronales aportadas por los burócratas del estado, y que nunca llegaron a las arcas de la entonces Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas, ahora Ipsset.
Los hechos ocurrieron cuando el actual diputado federal del PAN era secretario de Finanzas del Gobierno del Estado, y todavía no traicionaba al PRI y al entonces gobernador, Eugenio Hernández Flores.
Almaraz, como muchos otros de los que serán investigados, suponía que ese asunto ya había quedado en el pasado, pero, de acuerdo a lo que ha trascendido, será uno de los primeros casos en ser “revividos”.
Desde luego que el exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, será también objetivo prioritario de la ASE, sobre todo porque desde las mismas cuentas públicas podrían salir las evidencias que el fiscal anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda, no ha podido encontrar para judicializar las carpetas de investigación en su contra, y de más de un centenar de exfuncionarios públicos, entre ellos varios exsecretarios acusados de corrupción.
En las cuentas públicas del sexenio cabecista debe haber suficiente material probatorio del saqueo a las arcas públicas del estado y los municipios, que ahora tiene como potentados al mismo exgobernador, a exalcaldes y a exdiputados locales, y encontrarlo será tarea de Francisco Noriega Orozco, quien asumirá la titularidad de la ASE a partir del mismo nueve de febrero.
Veremos que ésta hecho Noriega una vez que asuma el mando del órgano de fiscalización.
ASI ANDAN LAS COSAS.