septiembre 19, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

¿Se perdió el control de la Nación?

diciembre 10, 2023 | 209 vistas

Ma. Teresa Medina Marroquín

 

¿Quién en pleno uso de sus facultades mentales podrá negar que este país vive una de las horas más violentas de su historia?

Al menos desde las trincheras políticas las siniestras intenciones es que la nación entera se tropiece a cada momento con una retahíla interminable de personajes patológicos y acontecimientos pavorosos.

Lo que viene en forma de acusaciones es (principalmente desde la oposición, encabezada por Alito Moreno y Marko Cortés, contra Andrés Manuel López Obrador y Morena) de un tremendismo que a diario casi provoca que el pueblo devuelva el estómago.

Para no pocos esto es sintomático de una grave desesperación, ante la falta de recursos y argumentos sólidos e inteligentes, por la diferencia y ventaja holgada que la mayoría de las encuestas presentan a favor de los candidatos de Morena. Y los números son fríos.

Empezando por Claudia Sheinbaum que en las aspiraciones presidenciales lidera en los sondeos de opinión con un promedio de 46%, contra Xóchitl Gálvez que alcanza una media de 25 por ciento.

Una diferencia de aproximadamente 21 puntos avalada (para empezar) por las encuestas del periódico Reforma, las que (se infiere) agudizan y suscitan los violentos enfrentamientos que amenazan con llegar a niveles de mayor brutalidad, como la del 23 de marzo de 1994, hace 29 años, cuando fue asesinado Luis Donaldo Colosio.

Una historia horrible que refleja la incapacidad de una clase política no sólo para “digerir” la democracia, sino para atemperar sus desmesuradas ambiciones de poder y riqueza.

 

OPOSITOR NO ES ENEMIGO DE QUIEN GOBIERNA

De ese entonces, tiempos en que también fue ultimado el secretario general del PRI nacional, José Francisco Ruiz Massieu, a la fecha, la violencia se ha multiplicado a niveles inimaginables, insospechados e increíbles.

Todo indica que las cosas se salieron de su cauce, que ya nadie tiene el control de una nación que alguna vez acaso pensó vivía una época de catarsis, pero que en realidad estaba y continúa enfrentando la multiplicación geométrica de una crisis que revela descarnadamente la forma en que la clase política entiende la democracia y rechaza abiertamente la civilidad.

Es como estar observando una generación de poderosos oligofrénicos y salvajes, una turba de chimpancés y gorilas que uno nunca sabe el momento en que atacarán despiadadamente a los humanos.

Pese a todo, todavía existe muchísima gente que rechaza aceptar que el pueblo mexicano vive en las postrimerías y decadencia irreversible de su civilización.

Porque al igual que en el plano nacional, se cree que en breve aquí en Tamaulipas las cosas igual estarán amenazadas por una “clase política” que no sólo no sabe perder el poder político, sino que ha extraviado su espontaneidad para contribuir al bienestar de la sociedad.

Que todo lo ven, quiero decir, con enormes ganancias de por medio, el gran negocio, sin la vocación de servir a los demás, carentes penosamente de las ideas universales que le dieron al México de la Independencia y de la Revolución los sólidos cimientos sociales y políticos con los que ha podido llegar hasta este 2023.

 

¿ES MUCHA CIVILIDAD Y DEMOCRACIA PARA LA OPOSICIÓN?

Esperemos que en Tamaulipas no vuelvan a repetirse las crisis recurrentes que al país dejan sin paz y hasta sin esperanza, y que las grandes razones sociales que deben enarbolar los partidos políticos no se extravíen en medio de pleitos que por el contrario deberían reconvertirse en energías positivas, que contribuyan alrededor de los esfuerzos que lleva a cabo el gobernador Américo Villarreal Anaya.

Y es que, entiéndase, ser opositor no es significado de enemigo de quien gobierna a la entidad. Pero desgraciadamente olvidaron que una oposición que colabora con un gobierno que no es de su partido, gana mucho más en vez de enfrentarse sólo por las diferencias ideológicas.

Pero quizá sea mucha civilidad y democracia para gente tan atrasada mentalmente, la que parece fue “programada” a fin de ser sometida a la voluntad autoritaria y codiciosa de tres o cuatro personajes patológicos.

¡Excelente inicio de semana!

[email protected] / @columnaorbe

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