CONSEJEROS SEDITAS.- Desde que está en la discusión pública la reforma judicial que tiene a punto del desempleo a mil, 700 juzgadores, el Consejo de la Judicatura Federal comenzó a enseñar una cara muy distinta a la que siempre había mostrado.
En lenguaje popular diríamos que los consejeros, y también los ministros, magistrados y jueces, andan muy seditas.
Sedita se dice de aquella persona que anda muy colaborativa o atenta con respecto a las tareas que tiene encomendada. Oficiosa se le diría en lenguaje jurídico. Así anda el temido consejo de la judicatura.
Por ejemplo, recientemente emitió un acuerdo para darle oportunidad de empleo a los estudiantes de derecho, desde el cuarto semestre de la carrera y ya no hasta los últimos años como venía sucediendo.
Qué bueno que así sea, ¿pero porque hasta ahora?
También, antier, los consejeros suspendieron de sus funciones a Fernando Alvarado López, juez favorito del exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Desde hace más de un año Morena formalizó quejas contra el juzgador de amparo y es precisamente hasta ahora, cuando está la polémica por la reforma judicial, que el consejo resuelve la sanción al acusado.
Eso está muy lejos de la casualidad.
TAMBIÉN LOS MAGISTRADOS.- Por cierto, en las mismas andan los magistrados del Poder Judicial Federal.
Aunque como en todo siempre habrá excepciones, la mayoría de los juzgadores de segunda instancia de la judicatura federal siempre habían asumido un papel de inalcanzables, o inaccesibles, para cualquier ciudadano que quisiera exponerles personalmente alguna inquietud.
Era prácticamente imposible obtener una audiencia con ellos. Los periodistas tenían vetado acercárseles.
En cambio, ahora en que ven peligrar sus derechos laborales y todos los privilegios que de ello se derivan, los magistrados han abierto, de par en par, las puertas de sus lujosas oficinas a cualquiera que quiera visitarlos.
Con los periodistas se ofrecen a acudir a cualquier lugar para exponer su postura con respecto a la reforma judicial.
Independientemente de cual sea el destino del proyecto de reforma judicial que se discute, y de si se aprueba o no la elección por voto popular de jueces y magistrados, ojalá que ese cambio de rostro de los integrantes del Poder Judicial Federal sea para siempre y no ocasional. La verdad siempre será sano una mayor humildad de los impartidores de justicia en general.
¿SERÁ?.- Dice la comisionada presidenta del Itait, Dulce Adriana Rocha Sobrevilla, que desaparecer los órganos autónomos garantes de la transparencia significaría un retroceso de más de 50 años en la materia.
Obviamente que la afirmación de la comisionada hizo fruncir la ceja a muchos, por aquello de que el Itait no ha sido precisamente eficiente en su papel de garante de la transparencia, del derecho a la información y de la protección de datos personales.
Durante el anterior sexenio, y todavía hasta la fecha, el Itait se dedicó principalmente a presionar a los alcaldes opositores al cabecismo y a gastar el presupuesto en pláticas y cursitos.
Por eso, ante las afirmaciones de los riesgos que implicaría desaparecer a los institutos, la pregunta que salta obligada es ¿Será?
ASÍ ANDAN LAS COSAS.