diciembre 11, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Segunda Parte de “Pandillas de Nueva York”

diciembre 1, 2023 | 295 vistas

Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Con los conflictos políticos que vive el país, sea por el proceso electoral de 2024 y la presunta crisis constitucional que tiene en Nuevo León su nuevo epicentro, como (recordemos) ya ocurrió en Tamaulipas a finales de abril de 2021, las explosiones de violencia irán más allá de los tambores de guerra.

¿Qué está ocurriendo realmente en México y en la mayoría de sus regiones y entidades?

Está ocurriendo que la llamada clase política parece estar convirtiéndose en una horda gigantesca y temible de cavernícolas, que a la menor provocación desatarán hechos tan lamentables como los sucedidos antier en el Congreso de Nuevo León.

Y no se trata de culpar a la gente que por poco derriba a golpes y patadas la puerta de ese recinto legislativo. Esa gente, que tampoco digo es inocente, y claro que no lo es, fue manipulada y manejada con dinero. Digámoslo así: son cavernícolas menores.

Fueron, para yo ser exacta en la precisión: los poderes, los partidos y las mafias que ahí se enfrentaron, los verdaderos responsables que en pocos días se verán nuevamente las caras, como en “Pandillas de Nueva York”, en una sarracina callejera donde sí habrá heridos y hasta muertos si el Estado de derecho no logra imponerse.

MOVIMIENTOS DISFRAZADOS DE “CAMBIOS CÍCLICOS”

No quiero sonar cursi, pero, ¿este es el ejemplo que la clase política les está dando a niños, adolescentes y jóvenes de este país?

¡Pues por eso hay tanta violencia!, gritará la gente desesperada ante un panorama cada vez más desastroso que democrático, más histérico que pacífico, y de mayores impulsos telúricos que de negociaciones, acuerdos y soluciones.

Por eso hay tanto muchacho cometiendo barbaridad y media por las calles, pues tienen no sólo de donde aprender de los “líderes políticos” sino de que mediante la fuerza bruta todo puede conseguirse (aparentemente) en formas mucho más sencillas y sin esfuerzo alguno.

Otros dirán que esta oleada de violencia es parte de una de las grandes convulsiones por la que tiene que atravesar nuestro país, a causa de los cambios a los que inmensos poderes mundiales obligan.

¿O sea que son cambios cíclicos y al mismo tiempo no lo son?

Me recuerdo a mí misma que escribo una simple columna y no una obra de reflexiones de alto nivel antropológico, por lo que acabaré hoy quizá especulando sobre lo que está ocurriendo, pero sin equivocarme (eso sí) de que este desfile de graves inestabilidades es la disputa por el poder, que ciertas mafias han resuelto obtener mediante la guerra, ya que por las buenas, o por la vía democrática, nunca podrán alcanzar.

LAS BOMBAS EN SUS MANOS Y LA DEMOCRACIA SE PARECE A LA GUERRA

Dos preguntas para concluir el comentario de hoy:

¿Las elecciones de 2024, que no sólo incluyen la sucesión presidencial y las nueve gubernaturas, sino todo un aparato de enorme poder que abarca 128 senadores, 500 diputados federales, 31 congresos locales (Tamaulipas incluido), 1,580 ayuntamientos, 16 alcaldías de la Ciudad de México y 24 juntas municipales, vienen a ser (a cómo están los acontecimientos) cientos de bombas en las manos de las autoridades, electorales y constitucionales?

¿Las tercas posturas de Samuel García y de sus adversarios diputados de Nuevo León; la falta de respeto de Vicente Fox sobre Mariana Rodríguez; la tenacidad de AMLO para acusar a sus enemigos políticos y defenderse de ellos; el rechazo del Senado a la terna del Presidente de la República para designar nueva ministra en la Suprema Corte; el amparo a favor de que los 13 fideicomisos de la Corte no devuelvan más de 15 mil millones de pesos a la Tesorería de la Federación, e infinidad de conflictos, son una evidente debilidad del Estado mexicano o forman parte de una desestabilización política provocada por el PRIAN, urgido de fragmentar la gobernabilidad democrática de esta Nación?

Cualesquiera que sean las respuestas, todo nos orilla a pensar si estamos viviendo una guerra o una democracia. Pues una y otra, cada día se parecen más.

¡Feliz fin de semana!

@columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com

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