Rogelio Rodríguez Mendoza
A partir de hoy restarán seis días para que termine el periodo de campañas, para luego entrar al periodo de tres días de reflexión, en el que se supone que los ciudadanos debemos razonar la decisión de a quien le vamos a entregar el voto el dos de junio.
No obstante, hay que ser sinceros, los candidatos, tanto los que competirán en la elección federal como en la estatal, fueron incapaces de emocionarnos. Con sus honrosas excepciones, la mayoría realizaron una campaña tan gris que no contagiaron ni a los suyos.
¿Cuál fue la causa o causas de ese desánimo social?
Razones puede haber varias, pero una de ellas, sin duda, es la decisión de casi todos los candidatos de hacer campaña por “aire”, y no por “tierra”, como se había hecho tradicionalmente.
Los aspirantes a cargos de elección popular prefirieron promoverse a través de redes sociales, y no de cara al electorado, por medio de mítines o reuniones grupales.
Los candidatos consideran que las plataformas de internet son una vía más rápida y menos costosa para llegar a un mayor número de potenciales votantes a su favor. Les apuestan más a las nuevas tecnologías que al cara a cara con el elector.
Sin embargo, pareciera que en los hechos esa estrategia no dio los resultados esperados porque se percibe un enorme desinterés por la elección.
El asunto es para preocupar porque abre el riesgo de que el dos de junio nuevamente el vencedor sea el abstencionismo.
Esperemos que no sea así. Es necesario que todos los ciudadanos entendamos que es mucho lo que estará en juego el dos de junio. Sobre todo, por lo que respecta a la elección federal donde elegiremos al sucesor de Andrés Manuel López Obrador, y a quienes serán nuestros representantes en las dos cámaras del Congreso de la Unión.
Ante ello, lo ideal es que salgamos a votar el mayor número de electores.
EL RESTO
NO SOBRA, PERO TAMPOCO FALTA.- Desde el Instituto Electoral de Tamaulipas, (Ietam), nos aclaran que el recorte presupuestal sufrido este año no pone en riesgo la organización de la elección local del dos de junio.
La precisión surge luego de que, en este mismo espacio, exponíamos la posibilidad de que el Ietam fuera a tocar la puerta del INE, para que le ayudara económicamente, como lo hará con Zacatecas, Guerrero y Morelos.
“El hecho de que se le haya recortado (al Ietam) el presupuesto no pone en riesgo la elección. El trabajo se realiza haciendo los ajustes necesarios para solventar las necesidades”, dice la aclaración.
“El Ietam no está en la situación de precariedad a diferencia de aquellos tres estados” añaden.
En otras palabras, al Ople tamaulipeco no le sobra el dinero, pero tampoco le falta.
Sin embargo, al respecto cabe una aclaración de nuestra parte: en diciembre pasado, cuando el Congreso del Estado recortó en 200 millones de pesos el proyecto de presupuesto del ejercicio 2024 presentado por el árbitro local de Tamaulipas, la primera reacción fue de lamentación.
El consejero presidente dijo al respecto que habría que hacerse algunos ajustes, como dejar de atender algunas actividades o dejar de contratar a algunas personas.
Veremos si en los hechos, efectivamente el Ietam es capaz de sacar adelante, con eficacia y sin conflicto, la elección.
ASI ANDAN LAS COSAS.
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