Mauricio Zapata
Estamos a poco de que inicie la “madre de todas las batallas.
Partidos y candidatos afilan los cuchillos.
Partidos y candidatos preparan las armas y la estrategia para las batallas que se vienen.
Partidos y candidatos detallan las trincheras y alistan a los soldados.
Sí… será una verdadera guerra.
A unas semanas los partidos que contenderán así se encuentran:
Coalición Fuerza y Corazón.- Encabezados por el Partido Acción Nacional, no están como ellos se lo imaginaron. No son los favoritos.
Algunos “gallos” son fuertes, sin embargo, luchará contra un rival poderoso que se llama Andrés Manuel López Obrador que, a pesar de sus políticas erróneas, sigue gozando con un alto índice de aprobación y popularidad y parece se refleja en las siglas de su partido.
El panismo y priismo estatal no está en el mejor de sus momentos.
Pero esto es benéfico para ellos, puesto que no entrarán a la guerra confiados, al contrario; su tendencia debe ser hacia arriba y esto lo sabrán aprovechar.
MC.- Si bien, no son favoritos y todas las encuestas los ponen abajo, es un hecho que están mejor que hace uno, tres y seis años. Su tendencia es también hacia arriba. No tienen nada que perder.
Morena.- En Movimiento Regeneración Nacional le apuestan al presidente López Obrador. De él depende el triunfo de su partido. Decíamos que mantiene una aprobación alta y sigue siendo popular. Su partido, Morena, es la cara de él y esa será su apuesta.
Son el equipo a vencer; el amplio favorito para ganar. La población está muy pendiente de lo que hagan y su fuerza está en la sociedad civil.
Sin embargo, lucen confiadísimos. Ya se sienten los ganadores y aún no empieza la guerra. Ese factor puede ser determinante que sus adversarios pueden aprovechar.
Tienen cola que les pisen, y lo peor, entre ellos no se quieren y los dardos son lanzados por ellos mismos, es decir, por quienes no fueron favorecidos para desestabilizar a los sí les dieron la candidatura.
Ese puede ser su Talón de Aquiles.
Los independientes navegarán en la mediocridad, ahí, en donde hasta en eso son imperfectos. De los ocho, quizás solo uno tiene posibilidades, el resto, no serán ni relleno.
EN CINCO PALABRAS.- Los apostadores visten de guinda.
PUNTO FINAL.- “Nunca se dan tiempo, por eso no tienen tiempo”: Cirilo Stofenmacher.
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