noviembre 21, 2024
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Rogelio Rodríguez Mendoza

¿Servirá de algo?

septiembre 29, 2024 | 158 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza

 

Este 30 de septiembre baja el telón la 65 Legislatura local para dar paso a una nueva camada de diputados, que conformarán la 66 asamblea legislativa del Congreso de Tamaulipas.

De los 36 parlamentarios que inician su periodo de tres años a partir del primer minuto de este uno de octubre, ocho de Morena y uno del PAN repetirán en el cargo porque lograron la reelección.

Si a ello se le suma que hay otros cuatro que ya habían ejercido con anterioridad esa responsabilidad, ya sea en el mismo Congreso del Estado o en alguna de las cámaras del Congreso de la Unión, tenemos entonces que la nueva legislatura estará sobrada de experiencia.

La pregunta es: ¿Servirá de algo? ¿O seguiremos viendo la misma dinámica de mucho escándalo, insultos, y griterío, y poca calidad legislativa?

Ojalá no sea así. Ojalá que las distintas bancadas parlamentarias entiendan que, por encima de intereses personales, de grupos o de partidos, deben estar siempre los intereses de los ciudadanos.

¿Qué significa eso? podrían preguntar algunos de los nuevos diputados o diputadas, y les diríamos que simple y sencillamente significa, que cada que suban a tribuna, sea para presentar una iniciativa u oponerse a otra, lo hagan convencidos de que sus argumentos están pensados en el interés ciudadano.

No se trata de siempre decir que “no” o que “sí” a una iniciativa. Se trata de que antes de votar razonen su decisión y, sobre todo que ese razonamiento este inducido en función del beneficio o perjuicio que recibirá la sociedad.

Vaya, es tiempo de desterrar esa práctica de convertir al recinto legislativo en un ring, donde los pleitos de los diputados casi siempre son por defender a su partido o a su jefe político, y pocas, muy pocas veces, por defender al ciudadano.

A modo de justificación, he escuchado decir a algunos legisladores y legisladoras, que esas riñas en el salón de Plenos son parte de la dinámica legislativa.

“Es lo mismo que se hace en el Congreso de la unión”, pretextan. Lo consideran normal, lo cual es un absurdo.

Esperemos, también, que esa experiencia parlamentaria de al menos doce de los nuevos legisladores sirva para mejorar la calidad de las iniciativas que se llevan a la tribuna.

Aquí hemos insistido, hasta el cansancio, que durante al menos las últimas cuatro legislaturas alguien les ha hecho creer a los diputados y diputadas, que entre más iniciativas presenten al final serán mejores legisladores.

Nada más disparatado que eso, porque si se hiciera un análisis de los asuntos que son llevados ante el Pleno, la conclusión sería que, al menos siete de cada diez iniciativas son simple basura legislativa.

La realidad es que, si lo que quieren es hacer historia, los 36 parlamentarios que inician su ejercicio este martes deben apostarle a la calidad de su trabajo y no a la cantidad.

También, por supuesto, deben apostarle al buen comportamiento dentro y fuera del recinto legislativo. No es el más gritón o el más violento el que será recordado como un buen diputado al final de la legislatura. El que realmente trasciende es aquel que debate y pelea con el argumento sólido y no con el insulto.

En suma, deben ocuparse y preocuparse por ir revirtiendo ese deterioro y desprestigio de la imagen del legislador, y eso solamente se logra, insisto, privilegiando el argumento y el diálogo, para dejar a un lado los gritos, los insultos y hasta los conatos de riñas. Que así sea.

 

EL RESTO

EL QUE NADA DEBE…- Ismael García Cabeza de Vaca ganó una impugnación ante la Sala Regional Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para no ser obligado a gestionar una credencial de identificación que le permita rendir protesta como diputado local.

Sin embargo, la incógnita sigue siendo la misma: ¿Acudirá a la sesión de toma de protesta?

La respuesta la tendremos hoy mismo a la media noche.

ASÍ ANDAN LAS COSAS.

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