abril 2, 2025
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Alfredo Arcos

Setenta años de Pedro Páramo

marzo 21, 2025 | 66 vistas

Juan Rulfo sorprende, sobremanera, por su forma de tallar el lenguaje. Fue tan afortunado su trabajo que damos por válido lo que nos cuenta y olvidamos por un momento que aquello no ocurrió en la realidad. A Fernando Benítez le confió: “Di con un realismo que no existe, con un hecho que nunca ocurrió y con gentes que nunca existieron. Algunos maestros norteamericanos de literatura han ido a Jalisco en busca de un paisaje, de unas gentes, de unas caras, porque las gentes de Pedro Páramo no tienen cara y sólo por sus palabras se adivinan lo que fueron, y como era de esperarse, esos maestros no encontraron nada. Hablaron con mis parientes y les dijeron que yo era un mentiroso, que no conocían a nadie que tuviera esos nombres y que nada de lo que contaba había pasado en sus pueblos. Es que mis paisanos creen que los libros son historias reales, pues no distinguen la ficción de la historia. Creen que la novela es una transposición de los hechos que deben describir la región y los personajes que allí vivieron. La literatura es ficción y, por lo tanto, es mentira”.

El pasado miércoles, la obra maestra de Rulfo, Pedro Páramo, cumplió 70 años de su publicación. La primera edición de este clásico ocurrió el 19 de marzo de 1955, bajo el sello editorial del Fondo de Cultura Económica, dentro de la colección Letras Mexicanas, la edición estuvo al cuidado de José C. Vázquez y Alí Chumacero. Con motivo del aniversario salió al mercado una edición conmemorativa, publicada por Editorial R M & Fundación Juan Rulfo. Esta obra de colección incluye además de la novela, una postal con una fotografía del escritor jalisciense y una selección de portadas icónicas en distintas lenguas. En el libro se refiere que “… a lo largo de 1954 Rulfo entregó siete fragmentos de la novela a tres revistas publicadas en marzo, junio y septiembre.” Detengamos en cada una de esas entregas. En el número uno de la revista Las letras patrias, enero-marzo de 1954, revista trimestral del departamento de Literatura y Editorial del Instituto Nacional de Bellas Artes, dirigida por Andrés Henestrosa. En esta publicación aparece con el título de “Un cuento”, y en el célebre inicio aún no estaba Comala en la mente del autor, pues se lee: “Fui a Tuxcacuexco porque me dijeron que allá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.

En seguida, en el número diez, junio de 1954, de la Revista de la Universidad de México, dirigida por Jaime García Terrés, se nos informa que estamos ante un fragmento de la novela Los Murmullos. Finalmente, en el número 6, septiembre de 1954, de la revista Dintel, dirigida por Carlos Ramos Gutiérrez, se presenta un adelanto bajo el título de Comala. Con la debida aclaración de que trata de “Fragmento de la novela en preparación titulada Los Murmullos”.

También sabemos que ya en 1947 anunciaba a su entonces novia Clara Aparicio que trabajaba en una obra que se llamaría “Una estrella junto a la luna”. Este en realidad sería el primero de los títulos provisionales de Pedro Páramo. Un estímulo importante para la escritura de esta novela fue la beca que 1954 recibió su autor del Centro Mexicano de Escritores. A 70 años de su publicación es la obra más traducida de México a otros idiomas.

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