Felipe Martínez Chávez.-
En febrero del 2021 el fiscal “carnal”, Irving Barrios Mojica, propuso al Congreso -dominado por el PAN- la designación de Krisna Judith Villado Mejía como Fiscal Especializada en Delitos Electorales.
Era su empleada, había estado al servicio de la bancada panista en el propio Poder Legislativo. El pleno azul la palomeó sin chistar.
De que sigue cobrando en la nómina no hay duda, pero desde entonces no se sabe de ella y menos que rinda en la chamba. No hay carpetas judicializadas ni presos por delito electoral, lo que hace pensar que la mujer, abogada por la UAT y nacida en Chihuahua, sigue recibiendo instrucciones de los machuchones del panismo.
Morena presentó denuncias con evidencia de compra de votos a 500 varos por piocha, al ciudadano común, y pago de 1,500 o más a los coordinadores regionales operados por el PAN y la secretaría de Bienestar Social.
A un año y medio de distancia los expedientes están en la congeladora. Villado duerme tranquila con la protección de Irving.
Por tal motivo, la siempre aguerrida diputada por Reynosa, Magaly Deandar Robinson, pidió a la Fiscal que rinda un informe del avance de las indagatorias y a cuántos delincuentes electorales ha mandado al bote.
Le dieron cinco días a la pupila del señor Barrios. Como los legisladores le extendieron el nombramiento, debe obedecerlos o habrá consecuencias.
Es la segunda Fiscal Especializada, después de Raúl Ramírez, que permanece de brazos caídos para proteger a los delincuentes del pasado, mientras caducan los delitos ¿a ella sí la podrán tumbar los diputados? Suena más fácil.
De que hubo compra de votos, la hubo. Cuando se dio el recuento en 1,617 casillas encontraron evidencias. Los electores deberían tomar fotografía de la boleta con el número de folio por un lado. No pocos lo apuntaron en la misma papeleta.
Después de ahí, según operativo de los “ingenieros” del fraude, los electores podrían cobrar sus 500 pesotes.
La de junio del 2022 fue una elección de Estado dirigida desde Palacio de Gobierno ¿qué pasó con los expedientes?
Las denuncias fueron presentadas en tiempo y forma por el delegado del CEN de Morena, Ernesto Palacios Cordero y el abogado Eduardo Govea.
No confiaban en Barrios Mojica y menos en Villado. Pidieron la intervención de la Fiscalía General de la República ¿hubo seguimiento? ¿en qué quedó?
Es lo que quieren saber los morenistas.
Se habló de la detención, infraganti, de un viejo operador azul, Eduardo Alvarado García, alcalde de Padilla, cuando hacía operación de “mapache” por el rumbo de San Carlos. No se volvió a hablar del caso.
En Matamoros reportaron boletas electorales falsas que también se enviaron a la Fiscalía Especializada, señalando toda una estrategia de fraude dirigida por el entonces Gobernador Francisco Javier García y su secretario General de Gobierno, Gerardo Peña Flores a favor de la alianza Va por Tamaulipas.
No fue invento. La falsificación fue confirmada por el Vocal Ejecutivo del INE en Matamoros, Enrique Espinosa Castañeda, ¿qué paso con la indagatoria?
El Ietam y el INE tienen mucho qué explicar.
De milagro ganó Morena. Corrió dinero entre los “ingenieros” panistas desde las Casas Azules que se instalaron por los municipios. Para los votantes 500 varos; para quienes los llevaron, 50 por “piocha”.
Esto fue el día de la elección. Desde antes repartieron despensas a discreción, pollo, menudo y otras dádivas que convencieron a los electores de los municipios más pobres.
Hicieron mal los cálculos. Les faltó comprar poco más de 90 mil votantes para ganar, o los vivillos hicieron chapuza y se quedaron con la lana que llegó de Palacio.
Se dice que el asunto les “reventó” porque, de arriba hacia abajo, se “chuparon” el dinero. No pagaron completo.
Vale la pena que los diputados le escarben al asunto. Los actos fraudulentos y de compra de votos no pueden quedar impunes. Pendientes de si la Fiscal responde.
Igual saber qué pasó con Francisco “Kiko” López Villafranca, condenado a 20 años de cárcel por homicidio, que fue liberado pro el Gobierno de Cabeza de Vaca, a cinco días de las elecciones, para hacer campaña por las buenas o las malas a favor del PAN y “Truko” Verástegui en San Carlos.
Y hablando de los celestes, dicen que ya se va Don Cachorro Cantú de candidato a Reynosa ¿quién se quedará en la gerencia del CDE?
La versión dice que por acuerdo desde los Estados Unidos el sucesor será Gerardo Peña Flores, el último de los fieles que le quedan.
Por prelación le toca a Imelda Sanmiguel Sánchez, pero lo más seguro es que sea la candidata mujer al Senado. Igual pendientes.
Tema aparte, a su paso por Victoria rumbo a El Mante, la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, desmintió a sus detractores que viva en Estados Unidos si no tiene doble nacionalidad, como el común de los residentes fronterizos, y en especial los políticos.
“Es muy fácil contar mentiras”, dijo aquí a la prensa, y consideró como invento que vive en el Mc Allen.
Igual rechazó la versión del diputado Marco Gallegos de que enfrente de él contrató encuestadoras a su favor.
Ni es su amigo ni se ha reunido con él.