Claudia Vázquez
¿Qué sucede en los municipios de Tamaulipas?, es una pregunta que surge por el abandono y olvido en que la gran mayoría mantiene a las áreas de Protección Civil, las cuales habitualmente no cuentan con las herramientas suficientes para proteger al ciudadano común en caso de una contingencia o necesidad de salud.
Por alguna extraña razón, los alcaldes no le dan mucha importancia a esta área, sin embargo, cuando hay algún siniestro o simple accidente vial, siempre son requeridos, sobre todo cuando la Cruz Roja no acude al llamado.
Y es entonces que enfrentan la circunstancia en medio de la necesidad, y el mejor de los ejemplos es cuando requieren del traslado de una persona accidentada o enferma a un centro hospitalario.
Quizás por ese abandono es que la gran mayoría de los municipios no cuentan con una ambulancia, y aunque en el gobierno de Egidio Torre Cantú, se les dotó de una a todos y cada uno de ellos, esas ya “rindieron”, terminaron en desuso.
Claro que en algunos municipios sí hay unidades, en muy malas condiciones, pero hay, como es el caso de Victoria, en donde la ambulancia funciona, bueno, cuando tiene gasolina, pero no cuenta más que con una camilla para subir al enfermo o accidentado, porque no tienen ni gasas en el botiquín.
Ojalá que los alcaldes vayan más allá de escudarse en la falta de recursos para equipar a las direcciones de Protección Civil, y se decidan a tocar puertas que les pueda llevar a contar con una ambulancia, porque contar con una, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de un ciudadano.
La salud es considerada un derecho universal, y en México se hacen esfuerzos por cumplir con esta obligación, pero también con el mandato constitucional que así lo establece, y aunque no lo parezca, el servicio de ambulancia forma parte de esa obligatoriedad.
Salud, es más que medicamentos y consultas, aunque en eso también se falla…