Felipe Martínez Chávez
Ricardo Monreal vino en son de paz. Dejó los guates y no quiere subirse al ring de los golpes, en lo cual ha demostrado que es un experto.
Atendido toda la mañana por el gobernador Américo Villarreal, su antiguo compañero en el Senado, firmó sendos convenios de colaboración para promover la profesionalización de los servidores públicos del Congreso del Estado y Gobierno.
Es un tipo que sabe de grilla. Toda su vida ha estado en el sector público, ya en el PRI, PRD o Morena. Es compañero de luchas de López Obrador desde hace 20 años, con quien recorrió los municipios de Tamaulipas en aquellos días difíciles.
Aquí durmió el domingo para estar a las ocho de la mañana en los Honores a la Bandera en Palacio Legislativo. Ahí sostuvo en primer encuentro con los reporteros, con quienes se mostró amigable.
En los eventos pronunció palabras de aprecio para Américo, a quien reconoce como una persona honesta, y cuyo liderazgo y trabajo van a sacar adelante a Tamaulipas.
“Ustedes ganaron un buen Gobernador y nosotros perdimos un buen Presidente de la Comisión de Salud” en el Senado, les dijo a los asistentes al evento.
Igual expresó conocer a la familia de la presidenta de la Junta de Coordinación Política, Úrsula Patricia Salazar, a su madre del mismo nombre, participantes de aquellas luchas cuando pocos creían en el triunfo de López Obrador.
Como tenía que suceder, salió a relucir el tema de Francisco Cabeza de Vaca y su hermanito Ismael, pero el senador dijo: “vengo en son de paz”, por no querer echar a perder el momento de haber desayunado con tranquilidad.
Dejó bien claro: “Mi relación es como adversarios políticos; nunca hemos coincidido en ningún tema”.
Como no venía con la espada desenvainada, “yo no hago leña del árbol caído”, fue lo que dijo sobre el ex gobernador de mala memoria para Tamaulipas.
Llegó a territorio sin guantes, en son de paz, sin la idea de treparse al ring de los fregadazos. Y debe tener razón, las campañas ya pasaron.
Se levantó temprano para asistir a los eventos. Recorre el país con tranquilidad en busca de adeptos y no enemigos, “pica piedra”, semblantea, quiere ser Presidente de México.
Ante la insistencia de una reportera poco informada, que lo relaciona con el movimiento cabecista, le respondió:
-No’mbre! ustedes saben mi historia de cuando fui Coordinador de la Segunda Circunscripción en la Campaña de López Obrador en 2018, en que el desencuentro fue muy fuerte.
Marcó distancia: “No lo he visto nunca, no lo he saludado nunca. Somos adversarios; no he tenido ninguna relación con él. Son rumores totalmente endebles”, dijo.
Para que no quede lugar a dudas, agregó sobre las cuentas pendientes de los “cabezones”: “Estoy seguro que la justicia va a llegar, ojalá y no tardíamente. Sé que hay toda una serie de llamados, denuncias, acciones que pueden estar obstaculizando temporalmente. Confío en la justicia”.
Y vaya que sabe de guerrilla política.
Si nos vamos más atrás, el 30 de mayo del 2018 estuvo en Victoria como coordinador de la Segunda Circunscripción Electoral en la campaña pejista. Venía bravo por tener conocimiento que Cabeza preparaba –como siempre- una elección de estado.
Se reunió con periodistas (en el edificio que ocupaba Morena, 15 Allende), pero, como sabía que en realidad la mayor parte eran “espías” al servicio del Gobierno del Estado, aprovechó para mandarle al entonces Gobernador un mensaje de López Obrador candidato: “Que no meta las manos ni los pies en el proceso electoral, que no actúe de manera ilegal”, fueron sus palabras.
A Cabeza le valió. La elección estaba a unas cuantas semanas y repartía miles de despensas a cambio de votos, tinacos, sillas de ruedas, refrigeradores y todo lo que se les pedía.
Siguió siendo crítico. Cuando salió la primera orden de aprehensión en contra del ahora ex, fue Monreal quien difundió la noticia de primera mano.
Igual en 2021, en otras versiones conminaba a Cabeza a tener valor y hombría y presentarse a la Fiscalía.
Sea o no candidato a la Presidencia, sabe, como político de colmillo retorcido, que a los enemigos hay que acabarlos totalmente, porque se pueden levantar y aniquilarte, pero él confía en la justicia y no la venganza.
Aparte, la empresa México Elige, en su análisis de abril, concede al alcalde de Victoria, Eduardo Gattás Báez, el lugar siete del ranking nacional de presidentes de capital. Se mantiene siempre en los primeros lugares.
Y este martes continuarán las comparecencias de funcionarios ante el Congreso del Estado. Como dijo alguien, vienen los más “pesa’os”, la jefa de Educación, Aimé Castillo Pastor y la contralora Pedraza Melo, ante el pleno.
Miércoles, también en la plenaria, el general Sergio Chávez García, de Seguridad Pública, a quien los panistas pidieron, pero luego se arrepintieron. Sin duda será interesante su exposición.