Melitón Guevara Castillo
Se acabó el 2023 y al inicio del presente año leí en las redes sociales buen número de propósitos de año nuevo. En la práctica, creo que todos, le deseamos a la familia, a los amigos, a los compañeros del trabajo o del club, que tengan un buen año. Al feliz y próspero año, agregamos que tengan éxito en sus proyectos o trabajo, que cumplan sus anhelos, que tengan armonía familiar, entre otras cosas. En mi caso, a mi edad, ya entendí la dinámica de la vida, las metas y propósitos.
Pero, además, ahora, con las redes sociales, me entero cómo muchos externan o hacen público sus buenos deseos. Ahí es cuando notamos como los propósitos individuales son muy variables: comprar una casa, pagar una deuda, viajar al extranjero, mejorar en el escalafón laboral. Y la lista puede ser larga. Sin embargo, me pregunto: esos deseos, o propósitos, ¿irán con la necesaria planeación? Porque lograr éxito y propósitos implica dedicación, tiempo, invertir, no basta con desearlo o quererlo.
PLANEACION PERSONAL
Hay diversos tipos de planeación: a corto, mediano y a largo plazo. Por decir, un Presidente Municipal solo puede planear hasta por tres años; en tanto que un gobernador o un presidente de la república, pueden hacerlo por seis años. En México, la planeación a largo plazo, hagan de cuenta, no existe… porque el gobernante quiere inaugurarlas: por eso AMLO ha inaugurado obras sin concluir. ¿Qué pasa, entonces, con las personas? Pueden hacer planeación. Yo creo que sí, pero la cuestión es que no estamos acostumbrados.
Un día en la clase de tutorías, intentando que los alumnos hagan planeación escolar, y si se puede de vida, una alumna me dijo: no puedo planear un día de mi vida y usted quiere que haga un plan de vida. Recuerdo que, en aquel momento, se me ocurrió poner el ejemplo de plan de vida: los estudios y el matrimonio: con los primeros se planea una formación profesional que sea la base para el patrimonio familiar; y la familia, pues para eso, casarse eso implica… aunque los valores han cambiado mucho, ahora los matrimonios formales a veces duran poco.
PLAN DE VIDA
Viktor Frankl escribió un libro sobre el sentido de la vida. Fue un prisionero nazi, sobrevivió, y la historia es que en un momento dado les dio un discurso a los prisioneros, para levantarles el ánimo. Y esa es la cuestión, que espera de nosotros la vida, por eso la idea de que, cada uno de nosotros, debemos darle un sentido, precisamente, para que sea el soporte, la guía, de hacer algo que pueda ser significativo en la vida; darle, pues, un rumbo, una dirección, y ese sí, estoy convencido, tiene que ser planeada, no puede ser por generación espontánea.
En este momento estoy jubilado. Me he topado con la expresión de algunos amigos: no me jubilo, imagínate, me dicen, encerrado en la casa me muero. Y efectivamente, hay historias de que, en ciertos casos, así ha sucedido. Pero no puede eso suceder cuando alguien tiene un sentido a su vida. Y ese se da, como me digo en una ocasión Catón: hacer lo que te gusta y que te paguen, es maravilloso. Y eso sucede precisamente con las personas que un dia toman una decisión y a eso enfilan sus baterías, sus energías.
EJEMPLOS DE VIDA
Un día me entrevistaron en la Facultad un grupo de alumnos, en sus prácticas de televisión. Me preguntaron ¿Admira usted a alguien? Y les di dos ejemplos: uno local y otro nacional. El local fue José Luis Pariente: arquitecto de profesión, pero además, educador y fotógrafo. Hoy jubilado como profesor universitario, vive en España, dedica su tiempo a la fotografía y a dar cursos y conferencias. Estoy convencido, no se aburre y disfruta de la vida. No sé si planeó su vida, lo que si se, es que en cada etapa de su vida enseño y genero conocimiento. En su vida ha hecho lo que más le gusta.
El otro ejemplo fue Jesús Galindo Cáceres: que un día, no sé si como estudiante o ya como profesor universitario, genero un proyecto en comunicación y a él, dedico parte de su vida como profesor e investigador universitario. No sé si, en este momento, esté jubilado, pero veo sus post en las redes sociales y encuentro, observo, que está disfrutando de la vida.
PROFESOR Y PERIODISTA
Yo no hice planes de vida, pero en los hechos, así construí. Cuando cursé mis estudios de preparatoria que son, para algunos expertos, en donde se formalizan y toman decisiones de vida, mis alternativas de estudio se cancelaron. Quería estudiar Economía, pero en ese momento no se impartía en la ciudad; así que me decidí por Administración Pública: licenciatura que me dio la oportunidad de convertirme en profesor universitario. Y fue, también en la preparatoria, en las clases de literatura del Profesor Durán, que nació una visión de ser profesor investigador y al mismo tiempo escribir.
Fue el sentido que di a mi vida: impartir clases universitarias, lo hice durante 37 años en la Universidad; y a escribir lo inicié el 1 de julio de 1984, este año cumpliré 40 años… así que, estoy convencido, la planeación tiene que ser de vida, a largo plazo, con todo y que, hacerlo, implica lograr metas a corto y mediano plazo, que indican el avance que se tiene en el proyecto de vida.
