Oscar Pineda
La desaparición del Instituto de Transparencia de Tamaulipas (ITAIT) sin duda representa un retroceso para el estado en materia de acceso a la información, pero no porque este órgano hubiera sido garante de transparencia, sino porque se pierde la oportunidad o mejor dicho la esperanza de contar, algún día, con un ente que defendiera el derecho de los ciudadanos a estar informados de las acciones que realiza el gobierno.
Todas las justificaciones que encontró el Congreso para desaparecer al ITAIT son válidas y aceptables, pues en efecto, la dependencia se convirtió en un elefante blanco que solo consumía recursos del estado.
Sin embargo, dejarle a la Contraloría gubernamental la responsabilidad de garantizar este derecho es una completa aberración pues la medida convierte en juez y parte a dicha dependencia.
A menos que me equivoque y espero que así sea, la información “delicada” para el gobierno en sus tres órdenes, será reservada y guardada bajo llave, lo que de entrada ya representa un atentado contra la transparencia.
En su idea conceptual el ITAIT sería el órgano que se encargaría de hacer que todas las dependencias estatales y municipales proporcionaran la información requerida por los ciudadanos, no se cumplió, pero ¿por qué no hacer una reestructura del instituto para hacer que funcionara?
Desde luego la medida se replicará en un efecto dominó en los municipios donde de por sí el acceso a la información era bastante complicado.
EL PERSONAJE
El diputado Carlos Canturosas estuvo de visita en el Congreso local donde aseguró que no busca adelantar el reloj político del Estado y al menos por el momento no está interesado en la gobernadora.
El legislador de Nuevo Laredo es un venado muy lampareado y no se dejó atrapar por los reporteros que le insistían sobre sus aspiraciones políticas.
“Mi único encarte es la diputación y servir a Tamaulipas, en colaboración con el Gobernador y con la Presidenta”, dijo.
Claramente Canturosas sabe que asomar la cabeza en este momento podría ser muy peligroso, sin embargo, eso no significa que no sueñe con el cargo que actualmente ocupa el doctor Américo Villarreal Anaya.
Por cierto, el diputado federal será parte de la diputación permanente del Congreso de la Unión, misma que sesionará los miércoles de cada semana durante el receso legislativo.
POSDATA
En la era Morena los subs tienen más power que los titulares. Aquí sí, los patos le tiran a las escopetas.