diciembre 4, 2024
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María José Zorrilla

Sublime y excelso

agosto 4, 2024 | 137 vistas

María José Zorrilla

 

En tiempos olímpicos la admiración se hace presente con la actuación de los atletas que se convierten en héroes, seres de otro planeta que logran alcanzar el grado de excelso. El salto de caballo de Simone Biles, el pequeño gigante Carlos Yulo de Filipinas ganar gimnasia en piso, los chinos en las argollas haciendo el uno, dos, los mexicanos en el salto sincronizado de tres metros haciendo potentes y elegantes movimientos como lo describiera El País, la sorprendente Julien Alfred de Santa Lucía convertirse ante la mirada atónita del mundo en la mujer más rápida del planeta y al tenista serbio coronarse en el tenis masculino consiguiendo así la máxima gloria en todas las competencias posibles del circuito ATP a sus 37 años, incluido el oro olímpico obtenido ayer ante Carlos Alcaraz. Enumerar todas las hazañas olímpicas no es el objetivo, pero si llegar a dialogar con la palabra sublime motivo de incontables estudios de filosofía que nos gustaría ampliar su escenario de acción para llevarla al campo deportivo además del campo artístico. Sublime es aquel discurso que genera un estado de éxtasis en el oyente, experiencia que tuvimos la oportunidad de vivir muchos de los que asistimos el jueves pasado a la OPC al escuchar a Cristina Rivera Garza escritora que domina los géneros de novela, ensayo, poesía, historia y periodismo hablar junto al artista plástico Saúl Hernández sobre la importancia del archivo, ese espacio donde los documentos hablan o callan verdades. Cada palabra emitida, cada expresión, cada enunciado tejía una perfecta estructura de pensamiento que a muchos cautivó por la excelencia en el manejo del lenguaje a pesar del tema nada fácil referido particularmente al trabajo de investigación que realizó como una reivindicación para su hermana asesinada hace 30 años por el novio que se escabulló en las tinieblas del tiempo y jamás pisó la cárcel ni fue sometido a juicio. Habló de los datos que fue recabando en documentos medio perdidos de su querida hermana y con los que elaborara su novela “El invencible verano de Liliana” por el que obtuvo el reciente premio Pulitzer en el género Biografía.  Su propósito es también ayudar a encontrar motivos del feminicidio entonces calificado como crimen pasional y presionar para que la justicia se haga presente y dar con las pistas necesarias para encontrar al culpable. Las experiencias de Saúl en el manejo de archivos también fueran participaciones precisas sobre lo importante en el manejo de un archivo, su forma de aproximarse al documento, al dato, al objeto que toma vida y narra historias paralelas a lo que se conocía. En su papel de moderadora Sayuri Sánchez de la OPC, abonó al tema haciendo preguntas y comentarios pertinentes para resaltar la participación de los destacados invitados sobre la fuerza de los documentos cuando se analizan bajo otra perspectiva. Dejar de ver los datos como objetos inertes y se conviertan en sujetos con vida que hablan en su propio lenguaje, que lo enterrado vuelva a salir a la palestra e ilumine el oscuro camino al que fue sometido. Develarnos otra realidad. Fue una tarde hermosa la que se vivió en la OPC porque la palabra, esa protagonista de todo discurso encontró en la ganadora del Pulitzer 2024 una poderosa aliada en el terreno de la retórica y la literatura.  Terminada la charla nos fuimos a degustar el menú en toda su extensión de nuestra amiga Tania en su pequeño imperio del maíz llamado Eloteca.  Entre deliciosos tamales, tlacoyos y esquites la conversación también se inclinó hacia las hazañas y logros olímpicos. Nadie puede estar ajeno a la justa donde converge lo mejor y más excelso del deporte mundial. Las genialidades de atletas y gimnastas que levantan la emoción de los espectadores y también alcanzan el olimpo de lo sublime como Léon Marchand el nadador francés alzarse con cuatro medallas de oro ante su propio público, Katie Ledecki la americana convertirse en la nadadora con más medallas olímpicas del mundo, los  coreanos hacer dianas perfectas en el tiro al arco y los narradores como Alberto Lati que hacen de estas olimpiadas un espacio perfecto para conectar el deporte, el arte y el don de la palabra en un círculo donde lo sublime también hace acto de presencia en este París 2024.

 

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