Por Melitón Guevara Castillo.-
Desde pequeño, allá en Campoamor, aprendí las cuatro operaciones básicas: sumar, restar, dividir y multiplicar. Operaciones que, la mera verdad, son útiles en toda la vida. Lo son para todos, para los profesionistas como los arquitectos o los ingenieros, pero también para quienes no son profesionistas, como los albañiles por decir: sirven al tomar medidas, al pesar un objeto, al calcular un área y, entiéndase, son muy útiles para el político, para su operador y todos los que tengan que ver con ganar adeptos o una elección.
Hace tiempo Pedro, un albañil, me confeso que sabía leer y escribir, pero no muchas cosas de números. Sorprendido le pregunté: ¿Cómo haces tu trabajo? Y me explico: fui al Conafe, hablé con el profesor o instructor y le pedí me enseñara los números, sumar, restar, multiplicar, dividir y hasta sacar el área, ya luego aprendí a cubicar. Aprendió lo básico, elemental, para hacer su trabajo Y, hoy en día, al ver los sucesos políticos, me percato que unos solo saben restar y no sumar.
AMOR DEL PUEBLO
En la Edad Media Nicolás Maquiavelo recomendaba a Los Príncipes, a los que gobernaban, que debían procurar tener el amor del pueblo, no ofenderlo, para evitar rebeliones o sublevaciones. También recomendaba que debía castigar, aunque lo odiaran, a sus adversarios. Observar la política mexicana actual, ver el comportamiento del presidente AMLO, nos lleva a considerar que cumple fielmente la regla: el pueblo lo quiere, para eso son los programas de bienestar social: primero los pobres.
Los gobiernos liberales, o neoliberales, hicieron muchos programas para ganarse el amor del pueblo. El de Carlos Salinas se llamó Solidaridad; en Tamaulipas recuerdo el de Manuel Cavazos Lerma: Mano con mano, que algunos quisquillosos hasta le dieron una connotación negativa. La cuestión es que, esos programas, no funcionaron porque los funcionarios hacían como que apoyaban, pero se quedaban con la mayor parte. El mejor ejemplo fue la estafa maestra de Enrique Peña Nieto: por eso, por robar, es que el PRI y el PAN han recibido el desprecio del pueblo en las elecciones.
SUMAR Y RESTAR
Observando la política nacional, con el caso de las corcholatas y la actitud de Marcelo Ebrard; y lo que ha sucedido en Tamaulipas con el profesor Arnulfo Rodríguez y el plantón magisterial, me viene a la mente eso de restar y sumar, o de sumar y restar. El problema de restar o de sumar se convierte, digamos, en un problema mayor cuando estamos ante un proceso electoral, puesto que el mismo se gana con votos, luego entonces, la tarea tiene que ser sumar y restar, claro, lo menos posible o lo que haga daño en ese proceso de sumar.
Marcelo Ebrard fue visto, inicialmente, como algo perdido, inevitable, puesto que difícilmente le darían la candidatura presidencial. En un momento dado AMLO hasta festinó que pudiera ser el candidato del MC, y que así, le quitaría votos a Xóchitl Gálvez, hasta la mandaría, dijo, el tercer lugar. Sin embargo, tengo la impresión que hicieron cuentas, de votos y posiciones en riesgo, al grado que al final Mario Delgado hizo notar que le darían tiempo a Marcelo, que lo van a esperar, que es parte de Morena. No quisieron arriesgar a restar.
ARNULFO: SUMAR Y RESTAR
Al momento de escribir estas notas aún no se conoce el resultado de la reunión exitosa que difundió la Secretaria de Gobernación. No se sabe, luego entonces, el desenlace del plantón magisterial. Sin embargo, creo yo que el contexto general y especifico del evento, se tiene que ponderar con el esquema de sumar y restar, sin olvidar el cálculo de unos y otros para llevar agua a su molino. Por ejemplo, Arnulfo y su cuadro chico creo que no tienen nada que perder, y sí mucho que ganar. No es el caso, entiéndase, de Morena, la 4T o del gobierno actual.
Creo que Arnulfo arriesgo mucho al pedir la cabeza de la responsable educativa del estado. Con esa petición pone contra la espada y la pared al gobierno, de si cede o no cede, independientemente de las peticiones y negociaciones que se hagan. El gobierno pierde si cede la cabeza; los maestros ganan si resuelven su problemática, y para eso serán las mesas de negociaciaciones. En cualquier circunstancia, reciba lo que reciba, Arnulfo gana, porque recibe lo que no tiene. Y el gobierno, o la 4T en lo general, también sabe: no pueden batear, golpear, castigar más a los maestros, porque es una masa que tiene un peso específico en lo electoral.
CANDIDATURAS MAGISTERIALES
Si el gobierno no cede en la principal petición magisterial tienen que darles algo a cambio: pueden ser candidaturas, la cuestión es que en Morena las candidaturas serán por encuesta o en el peor de los casos por una rifa. No pueden correr el riesgo, rumbo al 2024, poner en peligro los votos magisteriales. Sumar, sumar, sumar, es la regla: por eso a Marcelo ya le avisaron que lo esperan, que medite y tome la mejor decisión.