La elección de quien presidirá la Comisión Nacional de Derechos Humanos nos da una idea certera de lo que es el régimen cuatroteriano.
Y es que quedó en evidencia que los legisladores afines no tienen voz ni criterio.
Que alguien más les dice qué pensar, cómo pensar y cómo actuar. No tienen ni pueden pensar tantito diferente. Que se sigue una línea a capricho y, ay de aquel que no lo siga.
A Rosario Piedra ya la habían desechado.
Basados en sus resultados durante su primera gestión como titular de la CNDH, en donde, como ellos, solo obedecía y no trabajaba de manera autónoma, no entregó buenas cuentas, la desecharon desde un inicio como aspirante al cargo.
Aunado a ello, además de no reunir los requisitos operativos para seguir en esa área, entregó una carta de recomendación falsificada y una firmada por ella.
O sea, se burló de ellos, y éstos lo sabían, por eso la eliminaron de la lista, sin embargo, por arte de “magia” logró colarse entre los finalistas para ganarles de último momento.
Los propios senadores –insisto- la habían descalificado y de pronto, todos, absolutamente todos los afines al régimen votaron por ella.
Es decir, quedó en evidencia que ellos no lo decidieron.
Incluso, la señora Piedra pasó por encima de quien la presidenta Claudia Sheinbaum había propuesto desde Palacio Nacional.
Al final del día, eligieron la sumisión (90 por ciento) y el resto, es decir, el diez por ciento de capacidad fue lo de menos y eso no se discute.
Lo peor es que hasta lo presumieron en sus redes sociales. O sea, presumieron que no votaron por lo que ellos creían, sino por lo que alguien más les dijo que lo hicieran.
Habrá quien diga que eso lo hacía antes el PRI “y nadie lo cuestionada”, pero volvemos a lo mismo: ellos, los de la cuatroté lucharon para que eso se acabara y hoy regresaron a esa época.
A ver cuánto se tarda la presidenta Sheinbaum en dar un golpe de mando y decir: “ahora quien manda soy yo”. De lo contrario, estaremos bajo lo que desde un inicio se comentó y ellos mismos negaron, que quien manda es el antecesor mediante un esquema de maximato. Al menos ayer, así los demostraron.
Ese es, en resumen, el régimen cuatroteriano.
EN CINCO PALABRAS.- Los derechos humanos se cuatroterizaron.
PUNTO FINAL.- “Las ideas y las palabras no se las lleva el viento, se las lleva la chingada”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata