Eleazar Ávila
Avanza el llamado Plan C de Andrés Manuel López Obrador, quien ya se va al primer segundo del uno de octubre, es decir en 33 días, porque la supra mayoría, fue avalada por el Instituto Nacional Electoral, y porque la Sala Superior del Trife, se le hace tarde para confirmar los datos de la elección del Congreso federal.
Que hay que ver las letras chiquitas, por supuesto. Por ejemplo, que, en el caso de los ajustes al Poder Judicial, con la pretendida elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular; la línea de la nueva jefa de Estado es que, “no se precipiten”, que los diputados y senadores sean “cuidadosos” y por supuesto, en el estilo celestial de Monreal, que “no se vulnere ninguna etapa procesal”.
Por ello, en este caso, no necesariamente este polémico y debatido cambio sería necesariamente el domingo, pero sí los restantes (menos el electoral), que van a entrar en “paquete Soriana”, en Paquetazo.
Algunos ajustes, son muy populares, pero en el anterior, hasta han derivado desacuerdos entre México, los Estados Unidos y Canadá porque inciden en los acuerdos del Tratado de Libre Comercio, donde, además, el aún mandatario mexicano decretó en la mañanera una “pausa”.
Un galimatías, que no existe en los protocolos diplomáticos, pero sí en el mundo y estilo de hacer política del tabasqueño. Si se tratara de declarar la Guerra de las Galaxias, AMLO no dudaría en hacerlo por su amplio respaldo, social, y porque la ignorancia colectiva es descomunal.
Ahora bien, de las restantes, por supuesto: Ni los diputados entrantes conocen de las reformas, menos la prensa en general, quizá la especializada o los analistas en cada uno de los rubros.
El asunto es que el siguiente domingo será de calambres y en el tiempo, octubre será para que finalmente todos los mexicanos inauguremos el segundo piso de la 4T, con amplia fe de que Claudia Sheinbaum será mejor Jefa Estado.
Por su preparación académica, donde ni como no reiterar que más allá de la audacia y el populismo exitoso de AMLO, él tiene muchos hoyos negros.
Claudia tiene un cartel de estudios que es abismalmente mejor, un compromiso con la izquierda que nadie duda, pero que al mismo tiempo le hacen ser mayor receptiva de la problemática. Basta asomarse a su Gabinete, donde pongo un ejemplo.
Pemex. El actual director, Octavio Romero Oropeza es un ingeniero agrónomo, frente a un Víctor Rodríguez Padilla, quien, por sus logros académicos, es profesor del Posgrado de Ingeniería de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Total, que los cambios incluyen asuntos grillos, y otros que seguramente serán objeto de debate en los meses por venir, como es el caso de los órganos independientes, o de los ajustes electorales que serán revisados, allende septiembre directamente por Claudia y su proyecto nacional.
Así, van por el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos, pensión para adultos mayores y el aumento de ésta cada año; más atención para personas con discapacidad.
Becas a estudiantes de bajos recursos en todos los niveles escolares, atención médica integral y gratuita a la población, vivienda de los trabajadores, adiós al maltrato de animales.
Cancelar el fracking en materia de extracción de petróleo; no otorgar concesiones para la actividad minera a cielo abierto, cuidar las zonas con escasez de agua, y vigilar las concesiones para uso doméstico.
Adiós al comercio de vapeadores y drogas químicas como el fentanilo; mayor salario mínimo por encima de la inflación anual, que el salario mínimo de maestros, policías, marinos, enfermeras, médicos, entre otros trabajadores de gobierno, no sea menor al de trabajadores inscritos al Seguro Social. ¡Vientos!
Modificar las pensiones aprobadas en 1997 y 2007 por los presidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, donde se garantice el derecho a la educación y al trabajo. Retórico.
Seguro a campesinos que cultivan sus tierras y mantener programas de apoyo directo a la producción y que los 18 mil kilómetros de vías férreas para trenes se puedan usar para pasajeros; que la CFE tenga su carácter de empresa pública estratégica.
Que la Guardia Nacional sea de la Secretaría de la Defensa Nacional para evitar corrupción. (¿Cómo le hará Harfuch?… no tengo idea.)
Que en la Constitución se escriba que ningún servidor público gane más que el presidente de la República. En fin, ya viene llegando el domingo y, aunque se rían ya se acerca también la Navidad.
Nostra Política.- Y nos tocará, pegarle duro a la garnacha en la CDMX con mi amigo Alejandro Rábago, quien será representante de Tamaulipas en la capital mexicana, su mero mole.
Deja obviamente, la coordinación de asesores…
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