El escándalo por los aranceles está acaparando la atención de todo mundo. Sin embargo, se debe destacar que Tamaulipas fue el primer estado de la República Mexicana que ya aprobó -el martes- la llamada Ley Antinepotismo.
Como se sabe, dicha Ley, impulsada por la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM y que fue aprobada por el Poder Legislativo Federal, busca evitar que los políticos hereden los cargos públicos a sus familiares.
El siguiente paso es que la mitad, más una, de las entidades federativas del país aprueben dicha Ley. Tamaulipas ya lo hizo junto con Oaxaca y Tabasco.
Hasta ahí, vamos bien, diría don Teofilito…
Perooo… los que saben de aguacates, y que en sus ratos libres andan de analistas políticos, advierten sobre las trampas que se le pueden poner a esta ley que entrara en vigor en el 2030.
Si bien estará prohibido heredar cargos públicos a familiares -como hijos, hermanos, tíos, abuelos y párele de contar-, no se puede hacer nada en el caso de que dos o más integrantes de una familia anden por su cuenta brincando de puesto en puesto.
La ley estipula la prohibición de HEREDAR de manera directa un cargo público.
Y donde está más interesante el asunto es que dicha ley no podrá impedir que un funcionario le herede un cargo público a un compadre o amigocho. O, ya de plano, a su chofer, ayudante o guarura.
Y esos casos sobran en abundancia en nuestro México lindo y querido. ¿Con que propósito…? Para seguir conectados a la ubre presupuestal por abajo del agua, como dicen en el rancho.
Es decir, que el compadre o amigocho sea quien se haga cargo de tal cargo público, pero que tras bambalinas el político que lo puso ahí siga aplicando la ley del azadón: Todo para él.
Eso quisieron hacer los exalcaldes de Matamoros y Madero quienes impulsaron a sus respectivos incondicionales en el 2024, pero se toparon con pared ya que finalmente se postularon a candidatos que no pertenecían a sus equipos ni seguían sus órdenes.
Incluso, en Madero, el entonces alcalde que le echaba mucha crema a los tacos y que hoy anda de diputado plurinominal amenazó con boicotear la candidatura de ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO.
Y en Matamoros, el hoy alcalde BETO GRANADOS tuvo que remar a contracorriente para ganar la alcaldía todo por no pertenecer al equipo de quien estaba en el poder municipal.
Por supuesto que la Ley Antinepotismo es un gran paso para que en México los políticos dejen de hacer sus sinvergüenzadas. Pero faltan todavía erradicar muchas rancias y nocivas costumbres para que los cargos públicos los ganen quienes en verdad se lo merecen.
Y en este asunto mucho tiene que trabajar los partidos políticos para que quienes estén en el poder no le pongan trampas a la ley antinepotismo patrocinando a sus amigos o compadres para heredarles el cargo.
Punto y aparte.
Es todo por hoy. Muchas gracias por leer.