diciembre 15, 2024
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Trasciende que están ubicados los violentos

mayo 3, 2023 | 537 vistas

Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Para diversos analistas políticos abordar el tema de la violencia en las calles de esta nación, como en las de Tamaulipas, ahora que así lo acusan en las redes sociales, es sólo parte de la “moda popular”.

Esto es: no hablo de la vasta cultura nacional (que es otro rollo), donde su enorme dispersión de ideas, usos y costumbres va más allá de todo análisis político.

Y no sólo porque en la proporción mayor de las definiciones, casi dogmas, se sobreentienda que los puntos de vista trascendidos por los expositores oficiales se den por sentados sin la necesidad de cualquier auge sexenal, cuyas magnitudes llegan al extremo de que nadie (o muy pocos) se atreven a debatir sus premisas.

Pero, al caso de la violencia en el norte de Tamaulipas, vista por el gobernador Américo Villarreal Anaya en términos francos, ante los medios, se trata sólo de un movimiento que no arrojó daños. Para empezar.

Independiente, lo anterior, de que las fuerzas de reacción de la Guardia Estatal y del Ejército Mexicano, como también lo expresó Villarreal Anaya, hayan salido a hacer su tarea de inhibir los embates de los grupos delincuenciales, lo que no cancela que los alcances de estos sean básicamente previsibles.

¿Hay entonces riesgos o no para la población?

La primera respuesta es que los trascendidos, que de acuerdo a la información obtenida saben de lo que hablan y afirman -y me refiero a los medios tradicionales y no a las redes sociales que por muchos momentos se vuelven selvas y pantanos, territorios donde hablar a como se le pegue la gana a todos es lo habitual-, acusan que todo esto es producto de un burdo (¿y desesperado?) ataque de violencia política.

¿TIENEN LA FUERZA MORAL DE ENFRENTAR AL RECLAMO?

Varios columnistas acusan -sin cortapisas- a ex poderosos del anterior gobierno estatal del PAN.

Unos inician por el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, radicado en Estados Unidos, y otros acaban por su ex jefe de prensa, Paco García Juárez, de ser los autores, que a nombre de la “extrema derecha” están desestabilizando al norte de la entidad, resueltos (dícese) a que en el 2024 Tamaulipas le dé su voto al candidato del PAN a la Presidencia de la República, así como contribuir a que el Congreso de la Unión, cámaras alta y baja, y el propio Congreso del Estado, hoy controlado por Morena a través de Úrsula Salazar Mojica, presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), pierdan la mayoría que ahora le favorece al presidente López Obrador y al gobernador Américo Villarreal Anaya.

Reflexionando lo anterior, se preguntaría, ¿los aspirantes blanquiazules tendrían elementos de mucha fuerza y persuasión social para convencer a la gente de Tamaulipas?

¿Es acaso una genuina resistencia de la derecha o simplemente estamos ante el equivalente de caprichos políticos y obsesiones por el poder, a los que, por cierto, se les dificulta incorporar a su discurso político el lenguaje y los reclamos del pueblo?

Continuando con las declaraciones de Américo Villarreal, respecto a que no hubo situaciones que agraviaran a la sociedad civil, igual destacan las afirmaciones del secretario general de Gobierno, Héctor Joel Villegas González, en el sentido de que es más el escándalo en las redes sociales que en el plano de la realidad.

Básicamente, dijo: de aquellas versiones de que grupos o cárteles de otros estados habían ingresado a Tamaulipas, sin dejar de reconocer este funcionario que las situaciones de inseguridad han sido reales.

INTERESES DE UNA ÉLITE Y LA NUEVA PERTENENCIA DE NACIÓN

La síntesis final de esta violencia que ayer volvió a manifestarse en Matamoros y Reynosa, revela que será francamente imposible que los llamados conservadores logren equilibrar el peso de la 4T, no por perfecta sino porque ha venido alentando una nueva cultura popular, que no se reduce solamente a las prioridades evidentes de una élite acusada de haber saqueado las arcas del Gobierno de Tamaulipas. Indicador todo esto de que por más brutalidad que se genere, será muy improbable que se derrumbe el nuevo concepto de pertenencia de nación.

¡Feliz miércoles!

@columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com

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