Mauricio Zapata
Los años noventa marcaron un hito en el país cuando, la entonces oposición, luchó contra la autocracia imperante.
Lucharon con todo, tanto en las calles como en los foros y las tribunas para que hubiese un México más abierto, más plural y más equitativo en todos los aspectos.
Pelearon con todo para que hubiera más espacios a la pluralidad, tanto legislativa como en los gobiernos.
Dieron todo para que acabara la hegemonía de un solo partido y el gobernante en turno.
Aniquilaron el viejo sistema que tanto daño les hizo y que tanto cuestionaron por mantenerlos con las manos atadas.
Un ícono de esa lucha fue el actual presidente Andrés Manuel López Obrador que, desde aquel guerrero PRD, alzó la voz a fin de que en esta nación hubiera pluralidad.
Poco a poco le fueron quitando espacios a aquella hegemonía.
Tan es así que le arrebataron la mayoría parlamentaria en 1997 y en el dos mil se dio la primera alternancia en la presidencia del país.
Y dentro de esa gran pelea, se forjaron las primeras reformas para que se estableciera una verdadera autonomía de los tres poderes.
Fue una férrea batalla contra el autoritarismo. Contra aquello que atentaba a la democracia disfrazada que había en todos los estados y municipios de México.
Y bueno, hubo tres alternancias en el Poder Ejecutivo Federal; en las entidades federativas y ni se diga en Congresos locales y Ayuntamientos.
Llegamos a un punto en que las elecciones eran de pronósticos reservados con Poderes bien divididos que parecía que se había establecido instituciones fuertes que le dieran marco a un verdadero país democrático.
Pues bueno, toda esa lucha parece que se viene abajo. Y lo peor, los artífices de esa derrota política, son aquellos que tanto pelearon para se estableciera en México aquella pluralidad que hemos mencionado.
Hoy se discute en el Senado la reforma al Poder Judicial que, en términos generales, regresa al pasado que tanto reprocharon los que hoy ya son cantineros.
Vienen tiempos de cambio y turbulencia. Ojalá la próxima presidenta tenga el temple suficiente para atenuar los fuertes vientos que se avecinan.
EN CINCO PALABRAS.- Retrase su reloj 40 años.
PUNTO FINAL.- “Hay muchas personas saben hablar y criticar, pero pocas que saben escuchar y entender”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata