José Inés Figueroa Vitela.-
A los paniaguados no les gustan las comparaciones y quieren un
“vuelta a la hoja”, no porque los agobie la vergüenza -es algo que no
conocen-; lo que les ocupa es que, en el recuerdo de sus atrocidades, nadie
vuelva a darles algún voto.
Pero como no estamos para caprichos a favor de los verdugos del
pasado reciente, repasaremos otras tantas diferencias de temporada.
Ahora que se celebraron las fiestas patrias, los signos de la
transformación rebasaron las expectativas colectivas.
El gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, antes de salir al
balcón a pronunciar las arengas a los y las próceres que nos dieron patria y
libertad, personalmente, con su esposa y colaboradores, se pusieron a
servir la cena que habían invitado a todo el pueblo, abriendo las puertas de
palacio.
Fue otro acto de humildad, respeto y cercanía con los gobernados,
con quienes luego se fue a compartir en la Plaza.
¿Qué pasó hace seis años?
Desde el primer día, el gobernante panista se había dedicado a
saquear el gobierno, empezando por lo más sensible que era la salud y la
educación; cumplido el primer año, hacía las fiestas patrias, con una pobre
concurrencia, enseguida del grito se encerró con sus cómplices en Palacio a
celebrase en petite comité.
Ahora, con la memoria a los luchadores históricos de la patria, el
Gobernador enalteció los valores, que fueron letra muerta en el pasado
sexenio: el respeto, la honestidad y la justicia.
Tras el “viva-viva”, el Gobernador AMÉRICO ingresó a Palacio, se
quitó la indumentaria formal y ya “enguayaberado”, regresó a la plaza, para
con el pueblo disfrutar del programa, que incluyó la transmisión de la
ceremonia nacional de El Grito, encabezada por el presidente ANDRÉS
MANUEL LÓPEZ OBRADOR, en la que se incluyó imágenes en vivo de la
estampa local.
Los victorenses, invitados y visitantes, se volvieron a poner de pie y
transportados virtualmente a la plancha del Zócalo, igual vitorearon los
liderazgos históricos al tiempo que condenaron la corrupción, el abuso, el
despojo de esa casta crecida en los privilegios, a costa de la depauperación
del pueblo.
Los mismos que apostando a la amnesia colectiva, hoy quieren volver
ensalzando a otro producto de la mentira; una de los suyos, potentada en la
corrupción y disfrazada de pueblo.
Aquí a nadie engañan… por sus obras les conocemos.
Total, que las fiestas patrias sirvieron para seguir marcando
diferencias.
El llamado Humanismo Mexicano, inspiración de la 4T, que, en
Tamaulipas, bajo el liderazgo del doctor VILLARREAL ANAYA, genera
confianza, produce acercamiento y una comunión estrecha entre gobierno y
sociedad hasta leerse como la oportunidad de acceso a mayores estadios
de bienestar y convivencia en nuestra sociedad.
En Reynosa, igual se dio, entre los eventos municipales, el evento
más concurrido y mejor organizado.
El alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ atendió a una concurrencia de más
de 30 mil ciudadanos y entre sus invitados, estuvieron funcionarios de los
tres órdenes de gobierno mexicano y de los tres poderes del estado, del
Valle de Texas y hasta misiones diplomáticas de lejanas tierras.
Sus padres, la exalcaldesa MAKI ORTIZ y el Presidente del Sistema
Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia CARLOS PEÑA, no
podían faltar y le acompañaron en el balcón de las arengas.
Con todos celebró el honor y el orgullo de la mexicanidad, en una
fiesta de identidad, caracterizada por la alegría, compartida sin reservas.