En ocasiones, uno, como periodista, no quisiera ser tan severo, cuestionando recurrentemente a las autoridades o sus representantes.
Pero, la verdad, hay funcionarios que, a veces, como coloquialmente se dice, “se ponen de pechito”.
Es el caso, por ejemplo, de Juan José Ramos Charre, consejero presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas, (Ietam).
Dice el titular del árbitro electoral en Tamaulipas que, el consejo general del Ietam valorará la posibilidad de, convocar a todos los partidos políticos, y a quienes contenderán por la vía independiente en la elección del 2024, a que firmen un pacto de civilidad.
La idea, explica, es “invitarlos” a que, durante la competencia por los votos de los electores, “se conduzcan con respeto y civilidad”.
Veamos primero lo que significa un pacto de civilidad: Una de tantas definiciones señala que: “es un acuerdo que se firma entre los partidos políticos para dar confianza y credibilidad en un proceso electoral, y que consiste en el compromiso de los firmantes a apegarse a la legalidad, civilidad, paz y tranquilidad en la lucha política…”
O sea, el pacto que propone el Ietam es un acuerdo entre los actores políticos que estarán involucrados en la contienda electoral, ¡para que respeten la ley!
En otras palabras, el Ietam les va a pedir, casi suplicar, a los contendientes, ¡que por favor no cometan un delito electoral!
Por eso le digo que Ramos Charre “se pone de pechito” para que lo critiquen. El Ietam no está para andarle pidiendo, de favor, a los partidos políticos y candidatos que se apeguen a la legalidad y civilidad. Su obligación es aplicarles la ley cuando la violenten.
Si un partido o candidato cometen una infracción al ordenamiento normativo electoral, entonces hay que iniciar procedimientos para sancionarlos, y punto.
Pero el problema es ese: que la autoridad electoral ha sido bastante timorata al momento de hacer valer el imperio de la ley. Por conveniencia, comodidad o lo que usted quiera, el Ietam (y también el INE), casi siempre encuentran un pretexto o justificante para no aplicar la norma.
Solo le doy un ejemplo: desde hace varios meses un personaje que se identifica como, “Tico” García, mandó instalar varios panorámicos en puntos estratégicos de Ciudad Victoria, con mensajes que llevan implícito un objetivo proselitista.
Cualquier ciudadano que vea ese tipo de anuncios sabe que, atrás hay una intención del llamado “Tico” de promoverse políticamente. Quiere ser candidato a la alcaldía de Victoria y por eso sus panorámicos.
Y así como “Tico” hay presuntas asociaciones ciudadanas que andan recorriendo el estado otorgando beneficios sociales, presuntamente con fines altruistas, cuando la realidad es que promueven a quienes aparecerán en la boleta electoral.
Ante esas flagrantes violaciones a la ley electoral, (porque evidentemente se trata de actos anticipados de campaña) Ramos Charre y otros consejeros, han respondido que no pueden hacer nada porque nadie ha formalizado una denuncia.
Ahí está el detalle, como dice el clásico, que las autoridades actúan con tibieza cuando se trata de aplicar la ley, y con ello fomentan que las violaciones a la misma sean más frecuentes porque los infractores saben que no habrá consecuencias.
De ahí nuestra conclusión en el sentido de que, no se requiere ningún pacto de civilidad. Lo único que se necesita es que el Ietam y el INE se fajen los pantalones y apliquen la ley cuando haya que aplicarla. No se necesita más que eso.
¿No cree usted?
ASI ANDAN LAS COSAS.