Rogelio Rodríguez Mendoza
SOBRARÁN CANDIDATOS.- Tan pronto y el Congreso del Estado emita la convocatoria respectiva, sobrarán aspirantes a magistrados y jueces del Poder Judicial de Tamaulipas.
De hecho, desde antes que el gobernador Américo Villarreal Anaya enviara a los diputados la iniciativa de reforma constitucional al Poder Judicial del Estado, ya había quienes se andaban promoviendo como candidatos, sobre todo para las magistraturas que estarán en disputa el primer domingo de junio del 2025.
Sin embargo, una cosa es querer y otra, poder. Ser impartidor de justicia requiere de mucho conocimiento del Derecho, y sobre todo experiencia en la materia. Abogados hay miles. Pero no cualquiera puede ser juez o magistrado.
El viernes pasado le decía aquí mismo, y hoy se lo reitero, que el gran riesgo con la reforma judicial es que se designe como jueces a magistrados a profesionistas sobrados de popularidad, pero carentes de capacidad.
Ojalá que los espacios que estarán en disputa sean ocupados mayoritariamente por trabajadores del mismo Poder Judicial. Ahí hay recurso humano con talento sobrado para ocupar las magistraturas y los juzgados.
NO ENTIENDEN.- Las legislaturas federal y estatales han legislado en exceso para fortalecer el combate a la violencia contra la mujer. En el Congreso de Tamaulipas suman decenas las iniciativas que se impulsan cada año en relación a ese tema.
Sin embargo, en los hechos de poco o nada ha servido tanta reforma para endurecer las leyes que previenen, atienden y castigan la violencia contra la mujer.
Las cifras de las instancias de procuración de justicia son contundentes: los delitos de violencia contra las féminas, en vez de ir a la baja muestran una preocupante tendencia al alza.
El hecho tiene una explicación obvia: los delitos no se combaten solo con reformas a las leyes. Eso es algo que los diputados nunca han querido entender. Porque lo mismo ocurre con otros delitos, que también han intentado, inútilmente, inhibir a base de endurecer las penas.
La solución también es obvia: además de aumentar los castigos para los delitos, es necesario fortalecer las políticas públicas de prevención.
Por ejemplo, en el caso de la violencia contra las mujeres, los gobiernos tendrían que estar implementando programas de concientización dirigidas a niños y jóvenes, para que cuando se conviertan en adultos no sean generadores de esa violencia.
De lo contrario, mientras la estrategia siga siendo la misma, los resultados serán los mismos, como hasta ahora.
CÓRDOVA, EL ACIERTO.- La designación de Javier Córdova González como secretario de Seguridad Pública y Vialidad de Victoria, fue uno de los mayores aciertos del Cabildo local.
Nacido en Nuevo Laredo, el abogado egresado de la UAT se ha desempeñado como Subprocurador de Justicia, secretario ejecutivo del sistema estatal de seguridad pública y consejero del Poder Judicial del Estado.
En sus inicios como servidor público, fue incluso titular de Seguridad Pública municipal.
Por todo ello, sin duda que la instancia responsable de la seguridad pública y vialidad en el municipio capitalino quedó en buenas manos. Esperemos que esa experiencia se traduzca pronto en resultados.
Sobre todo porque la incidencia de delitos del fuero común, principalmente los patrimoniales, marcan una preocupante tendencia al alza.
Algo que ocurre porque no hay nadie que los combata, y menos que los prevenga.
ASI ANDAN LAS COSAS.