diciembre 11, 2024
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Carlos Álvarez

Una disputa que continúa: Liberación de agua y los tratados

junio 28, 2024 | 160 vistas

A días de que el territorio nacional esté siendo bendecido por las lluvias torrenciales e intensas provocadas por tormentas tropicales, algunas atípicas y otras en temporada, trayendo buena cantidad de agua a México, un escenario de preocupación pudiera registrarse de nueva cuenta para la zona norte del país.

Después de años de crisis hídrica que afectó a la República Mexicana, causada por el fenómeno natural de “El Niño”, evento climático que se presenta cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico y que ocasionó millonarias pérdidas al campo, ganadería e industria y que además provocó muertes por insolación y golpes de calor, ahora existe la posibilidad de que pudiera florecer y activarse un conflicto entre Estados Unidos y México por el agua.

El sector agrícola y ganadero del sur de Estados Unidos viene presionando a sus autoridades por la demora de agua y supuestamente la falta de cumplimiento y cooperación de México en realizar el trasvase del vital líquido a las presas estadounidenses correspondientes, de acuerdo a lo establecido y estipulado en los tratados de cooperación internacional entre ambos países en materia de agua.

Tal parece que el júbilo, las caras alegres, la algarabía y entusiasmo de muchos mexicanos, principalmente del sector agrícola y ganadero que registra optimismo por los buenos niveles de caudales y almacenamiento de agua en ríos, presas, lagos por las recientes lluvias, esas emociones en los próximos días o meses pudieran reflejar desánimo.

El norte de México y el sur de los Estados Unidos han sido zonas de las más afectadas por la sequía severa y la crisis hídrica, la solicitud de trasvase de agua por parte de los Estados Unidos a México y viceversa está presente, tratados internacionales de distribución del agua firmados por ambos países lo establece desde 1906.

Ambos países se encuentran comprometidos en hacer una distribución compartida del importante recurso natural que fluye de las cuencas limítrofes entre Estados Unidos y México, los ríos transfronterizos entre ambos países son: Bravo/Grande, Colorado y Tijuana.

Entre México y Estados Unidos existen 19 cuencas hidrográficas: Bajo Río Bravo, Costa suroeste de Texas, Río Bravo-Presa Falcón, Río Conchos-Río Bravo, Devils, Sonora Sur, San Pedro-Willcox, Río Bravo-Fuerte Quitman, Río Bravo-Presa Caballo, Santa Cruz, Rio De La Concepción, Lower Pecos, Río Sonoyta, Mimbres-Casas Grandes, Bajo Río Colorado, Baja California Noreste (Laguna Salada), Mar Salton, Costera de San Diego-Baja California y Lower Gila.

Los estados que les corresponden las cuencas en México son: Baja California, Coahuila de Zaragoza, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, mientras que los estados con cuencas que pertenece a Estados Unidos son: California, Arizona, Texas, Nuevo México y parte de un condado de Nevada.

La Convención de 1906 establece la distribución de las aguas del río Bravo, con propósito de irrigación en la zona de Ciudad Juárez, Chihuahua, El Paso, Texas.

De conformidad con dicha Convención, los Estados Unidos entregan anualmente a México un total de 74 millones de metros cúbicos (60 mil acres pies), excepto en el caso de extraordinaria sequía o por algún problema o accidente en el sistema de irrigación en los Estados Unidos.

El agua se almacena en territorio estadounidense en las presas Elephant Butte y Caballo, ubicadas en el estado de Nuevo México, que están a cargo de la oficina del Buró de Reclamación de los Estados Unidos (USBR) y de ellas se extrae agua para los usuarios aguas abajo en ambos países.

Cabe destacar que para concretar las entregas la Comisión opera las Presas de Derivación Americana e Internacional en Ciudad Juárez a El Paso por medio de las cuales cada país deriva al sistema de riego de agua que les corresponden.

La Oficina de Recuperación o “Bureau of Reclamation” en inglés es responsable de administrar, desarrollar y proteger los recursos relacionados con el agua de manera económica y ecológica.

Los antecedentes de los tratados surgen del primer acuerdo de Agua para el Valle de Juárez de 1906 (Ciudad Juárez a Fort Quitman, Texas), donde se asignó a México un volumen anual de 74 Millones de metros cúbicos (Mm3) del río Bravo.

El segundo acuerdo se deriva de la firma del Tratado Internacional de Aguas de 1944, en la cuenca del Bravo (Fort-Quitman al Golfo de México), se acordó que México deberá entregar anualmente un volumen de 432 Mm3, mientras que en la cuenca del Colorado Estados Unidos entrega a México un volumen de mil 890 Mm3 anuales.

El Tratado de Aguas de 1944 entre México y los Estados Unidos regula la distribución de las aguas del río Bravo entre ambos países, desde Fort Quitman, Texas hasta el Golfo de México. De conformidad con este Tratado, México entrega a los Estados Unidos un promedio mínimo anual, en ciclos de cinco años de 431.72 millones de metros cúbicos (Mm³) (350 mil acres pies) de seis tributarios mexicanos.

Uno de los artículos del Tratado establece: siempre que la capacidad útil asignada a los Estados Unidos de por lo menos dos de las presas internacionales principales, incluyendo la localizada más aguas arriba, se llene con aguas pertenecientes a los Estados Unidos, se considerará terminado un ciclo de cinco años y todos los débitos totalmente pagados, iniciándose a partir de ese momento, un nuevo ciclo.

La severa y permanente crisis hídrica por la que ha travesado México durante la última década ha provocado que el tratado internacional no se cumpla cabalmente como se quisiera, por lo que ahora que el agua ha llegado al territorio nacional, los agricultores de Texas reclaman el pago del agua que les corresponde.

En los referidos tratados los Estados Unidos y México acordaron trabajar con flexibilidad de hasta cinco años para entregar los volúmenes mínimos asignados a cada país.

En el caso de que México sólo entregue agua de la cuenca del Bravo, la buena relación vecinal pudiera verse afectada, por lo que debe de cumplir con sus obligaciones.

El trasvase de agua debe de darse de las presas situadas en el cauce del principal tributario mexicano de la cuenca, en caso concreto el río Conchos, hacia las presas internacionales La Amistad, de Coahuila, y la Falcón, en Tamaulipas, situadas en la cuenca baja del río Bravo, de no cumplirse lo acordado y ante una posible demora, afectaría las actividades agrícolas y ganaderas de Texas.

El tratado de 1944, obliga a México hacer la entrega de 2.16 kilómetros cúbicos de agua de su parte del río Bravo a Estados Unidos en un ciclo de cinco años. Únicamente del río Grande son 320 kilómetros que se extienden de Fort Quitmen hasta Presidio, Texas, por lo que las aguas del río Conchos ubicado en Chihuahua es el que lo abastece y resulta ser el mayor afluente para el río Grande.

Asimismo, el agua se almacena en las presas Falcón y La Amistad que se encuentran en la frontera que comparten los dos países.

La cantidad de agua que establece el acuerdo internacional binacional es muy grande, lo que equivale a más de un millón 800 mil de litros de agua que México debe de hacer entrega a Estados Unidos al año y cada cinco años México deberá de entregar dos millones cien mil litros.

Los agricultores del sur de Texas ya reportan perdidas millonarias por afectaciones severamente por sequía extrema y escasez de agua, lo que ha provocado reclamos al gobierno del presidente Joe Biden para que retenga la ayuda federal a México hasta que no se resuelva el problema.

El nivel de sequía va disminuyendo en México y el agua llegó, por lo que ahora los Estados Unidos, a través de su sector agrícola y ganadero, presionan a sus autoridades y a las mexicanas para que cumplan cabalmente con los acuerdos pactados, debido a que consideran que las lluvias han sido insuficientes en Texas.

Los ríos de México por varios años estuvieron secos por la crisis hídrica, lo que mermó la captación del vital líquido por años y provocó que el agua de trasvase hacia los Estados Unidos fuera menor de lo acordado, ello aunado a que la cuenca del río Colorado, que abastece a siete estados de Estados Unidos y dos de México, también se ha visto afectada por la prolongada sequía.

En el 2020 el gobernador de Texas, Greg Abbott declaró a los medios que México le debe a Texas agua del río Grande, por lo que envió una carta al secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, para exponerle que México no está cumpliendo con su parte del tratado de agua, autoridades estadounidenses ya se encuentran preocupadas por la demora de agua que consideran que debe ser entregada por México.

En agosto de 2023, el influyente y poderoso Senador John Cornyn emitió una declaración después de una llamada telefónica con el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken para discutir la violación continua de México del Tratado Relativo a la Utilización de las Aguas de los ríos Colorado y Tijuana y del río Grande, considerando  que el río Grande es una fuente de agua integral para los agricultores y ganaderos del sur de Texas, y es imperativo que México cumpla con sus compromisos para asegurar que el suministro de agua del río siga siendo fuerte como se requiere en este tratado y el agua debe trasvasarse de las presas Amistad y Falcón.

Los compromisos están vigentes y más activos los tratados internacionales, de nueva cuenta resurge la controversia que pudiera orillar en un conflicto entre ambos países, por lo que se avizora un diagnóstico difícil para México en caso de llegar a la Presidencia de los Estados Unidos el republicano Donald Trump.

Así las cosas…

Y Usted, ¿qué opina?

Nos vemos a la próxima..

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