Trabajadores del Poder Judicial con sede en Victoria protestaron ayer en el Congreso del Estado contra la reforma judicial que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Eran alrededor de 300 empleados exigiendo con pancartas y consignas respeto a sus derechos, apelando a la prudencia del Congreso local para no aprobar en Tamaulipas las reformas.
Conversando en corto con algunos de los manifestantes, es fácil percibir la frustración y la incertidumbre que la propuesta presidencial genera.
Sin lugar a dudas, la reforma será una piedra en el zapato de la próxima administración, debido al nivel de organización de los trabajadores, incluyendo a los jueces y magistrados.
Esta organización se pudo ver en la marcha y manifestación de ayer en la sede del Congreso, la mayoría de los que acudieron tenían claro por qué estaban ahí y hasta dónde quieren llegar para defender sus derechos.
Soy de los que piensa que la designación de jueces no debe ser mediante elección popular, pues eso de alguna forma compromete la imparcialidad de los juzgadores.
Sin embargo, también estoy convencido de que el Poder Judicial necesita hacer cambios profundos para resolver el enorme atraso en el que se encuentra nuestro sistema judicial.
Por ejemplo, sería mejor atender el grave rezago que existe y el cual tiene que ver con la falta de jueces.
En fin, estamos en la antesala de un conflicto que podría ser bastante, pero bastante largo.
EL PERSONAJE
Quién diría que el último bastión del otrora poderoso PRI iba a ser el municipio de Güémez, donde el profesor Lorenzo Morales ha rescatado literalmente la honra del partido.
Paradójicamente el éxito del profe Lorenzo está basado en los principios que abandonó el PRI: trabajo cercano a la gente.
POSDATA
Dicen en el PRI que pronto volará la Paloma y no precisamente para el Congreso local, más bien para el estado de Puebla, donde le ofrecieron una chamba ideal para asegurar su retiro.