Como un déja vu, se dejó sentir la declaración de José Ramón Silva, secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, al señalar la intención de buscar atraer inversión China en el sector energético, y por supuesto, que su viaje a ese país con la misión, dijo, de fomentar las inversiones en exploración y extracción de petróleo y gas.
Sin lugar a dudas que el proyecto como tal es bueno, pues sabido es el potencial con que cuenta nuestro Estado en cuanto a petróleo y gas. Ahí está la cuenca de Burgos, y la de Tampico-Misantla.
La esperanza de los tamaulipecos muy seguramente es que logren cristalizar el proyecto por la inversión económica que significaría, y claro, la generación de empleos directos e indirectos que representa.
Pero, como dice el dicho popular, “El que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla”, es por ello el escepticismo sobre los resultados del viaje, por la historia ya escrita en tiempos idos en proyectos similares, y de los cuales ninguno cristalizó, y dejó la percepción de ser solo argumentos para viajar y conocer el continente asiático.
El caso más reciente, se registró la administración pasada, y fue el secretario de Economía en ese entonces, el panista Carlos “Chito” García González.
Quien, con bombo y platillo, que no es el caso actual, anunció el viaje con algunos de sus colaboradores, y hasta hoy no hubo inversiones de esa naturaleza.
En pocas palabras, solo fueron a pasear y muy seguramente a comer sushi, eso sí, original.
Pero como siempre decimos, la esperanza nunca muere y en esta administración mucho menos porque se tienen las expectativas muy altas sobre sus resultados, de ahí la confianza del ciudadano común de que hoy las cosas serán distintas.
Tamaulipas sin lugar a dudas que está en su mejor momento en cuanto a inversión extranjera por su situación geográfica y sus cruces internacionales, por ello, se espera que el viaje de promoción sea verdad y realidad.
Y que el secretario José Ramón Silva, no nos quede a deber como el “Chito”, nada de inversión extranjera, pero eso sí, bien paseado.
Por lo pronto; se puede decir que los chinos ya están aquí, claro no con proyectos energéticos, pero… con la venta como se dice en México de “chucherías”, por no decir “baratijas”.