Mauricio Zapata
En los últimos años se ha convertido en toda una aventura un día en la Capital de Tamaulipas.
Te despiertas y lo primero que haces es ir al baño a lavarte. Abres la llave y no sale agua. Por lo consiguiente, no hay para bañarte.
Sales a la calle a sacar la basura, porque ese día pasa el camión. Esperas un rato a que llegue, pero te quedas con las ganas.
Dejas un rato la basura en lo que te bañas para que no te agarre el camión en la regadera.
Agarras un garrafón de agua y te bañas a jicarazos con agua fría.
Cuando sales a ver si ya pasó el camión ya un perro o un pepenador tiró todo. Entonces barres y limpias. Pero sin agua, porque no hay.
Le hablas a la Comapa para ver si pueden enviar una pipa, pero resulta que, —casualmente— ese día no están programadas para tu sector.
Entonces contratas una particular que, eso sí, llega rápido, pero te cobran como si consumieras agua por seis meses. Mínimo 500 pesotes.
Te vas a tu trabajo y como el semáforo no sirve, tomas una vía alterna, sin embargo, pum, caes en un bache y se te friega una llanta. Como no tienes mucho tiempo, dejas el carro allí para rescatarlo más tarde.
Pero tienes que caminar como seis cuadras porque las rutas del transporte son tan ineficientes que no pasan cerca.
Cuando caminas casi te atropella una moto porque andan como locos repartiendo cosas y no les puedes reclamar porque se te echan encima.
No hay policías que pongan orden.
Al regreso, de tus actividades, ya por la noche, ya no hay transporte porque dejan de trabajar temprano ya que no hay pasaje, aunque estén las paradas llenas de gente.
Las calles están oscuras porque no sirve el alumbrado público, y se vuelve un lugar propicio para que un pandillero ande con toda impunidad asaltando a la gente.
Tienes que pasar antes a un centro comercial a hacer pipí porque en casa no hay agua.
Total, terminas el día sin agua, con basura, asaltado, caminando de más y sin que nadie haga algo para remediarlo.
Así las cosas en Ciudad Victoria.
Qué tiempos aquellos en donde se podía andar sin ningún problema y había servicios públicos funcionales.
Eran otros tiempos.
EN CINCO PALABRAS.- Falta mucho, pero es menos.
PUNTO FINAL.- “No todo lo que brilla son votos”: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata
