Felipe Martínez Chávez
En febrero del 2023 los políticos de oposición a la 4T armaron escándalo nacional por el presunto “levantón” de un supervisor del INE, en Matamoros, a manos de “sujetos armados”.
Nos adjudicaron epítetos mil.
Días después el muchacho fue ubicado por la Guardia Estatal. Participaba, borracho, en un pleito de cantina en que resultó con golpes en la cara.
Se preparaba la elección extraordinaria de senador.
Otro escándalo se dio en los comicios del 2022, gubernatura, en que el “robo” de una urna, en Reynosa, también le dio la vuelta a México y el mundo.
Al final de la tarde quedó establecido que sí “despareció” la urna, pero los votos ya se habían contabilizado y las actas estaban en la plataforma del PREP. Nada afectó.
Si en esa época se instalaron más de 4,700 casillas, “una golondrina no hace verano”, como dicen.
Hablar “de pico” sobre la intervención del crimen organizado en los procesos electorales es muy fácil, como lo hace el magistrado electoral Felipe de la Mata Pizaña, quien amenaza recorrer México con sus historias y leyendas urbanas.
Trae su conferencia “elecciones y crimen organizado”, en que pinta fantasma para los comicios del dos de junio. No aporta pruebas y menos hace denuncias ante autoridad competente ¿cuándo se dará la vuelta por Tamaulipas? Esperamos que pronto.
En sus onanismos mentales habló de esta tierra. Como si fuera investigador, dijo que en 2022 no se pudo confirmar la participación del crimen organizado en el proceso de ese año.
El tema nos recuerda que, el único expediente en que presuntamente el CO aportó dinero a una campaña, se refiere a un candidato a la alcaldía de Reynosa en 2004. Habría sido a su gerencia de un ex Gobernador, por la suma de 500 mil dólares. Lo demás son historietas de tinterillos.
Lo cierto es que, cuando en política se quiere atacar a contrincantes, lo más fácil es relacionarlos con el crimen organizado, por “oídas” o el “dicen”.
Podrán darse casos fehacientes en otras partes de México, pero no en el Nuevo Santander. Por lo pronto ni focos rojos ni alarmas. En los últimos más de 90 años no se ha suspendido o anulado alguna elección en esta tierra. Las que se dieron fue por motivos de competencia política y no por injerencia de contrabandistas o narcos.
No se ignoran incidentes, muertes de precandidatos como sucedió en Valle Hermoso en 2010, sin que la autoridad pudiera confirmar que el móvil fue por cuestiones políticas, o el caso en ciudad Victoria en un candidato del Verde Ecologista en 2021.
Nada hace suponer que el móvil fue la lucha electoral si no tenían posibilidades de ganar ni eran actores partidistas.
El caso de Rodolfo Torre Cantú es tema aparte, sin desconocerlo.
¿Mapas de riesgo? Es fácil elaborarlos desde la gran capital. La información de primera mano solo pueden tenerla los lugareños, los que trabajan para el INE o el Ietam en territorio. Podrá haber delincuencia, pero dista mucho a que los malos impongan autoridades. No se ha confirmado en esta tierra, o quieres dicen saberlo no denuncian.
No es de esperar que Tamaulipas sea incluido en los atlas de riesgo o “focos rojos” para los comicios del este 2024.
¿Violencia derivada de las elecciones? Desde luego que sí, robo de urnas, quema de boletas y comités electorales, causado por los perdedores de alcaldías o diputaciones.
En la historia local ocupa lugar preponderante la quema del Comité Electoral de Matamoros la misma noche de la elección, en 1995, sin modificar resultados. Más antes fue incendiada la presidencia municipal.
De sobra son conocidos los incendios en El Mante en la Semana Santa de 1978, en lo que fue la pos elección.
En Jaumave, en 1992, el grupo perdedor por la presidencia, aliado del Gobierno del Estado, le prendió fuego a las oficinas electorales pero el presidente del órgano, se había llevado a su casa las actas del cómputo.
Más antes violencia en Llera, varios muertos, por la imposición del Gobernador Treviño Zapata de uno de sus compadres, como alcalde. Igual en Nuevo Laredo para imponer a Luis Treviño Peña.
Hablando de la elección de junio, el Instituto Electoral instaló este domingo los 65 consejos distritales y municipales que conducirán el desarrollo del proceso de ayuntamientos y diputaciones.
Dejemos el tema y digamos que el Gobernador Américo Villarreal asistió este 5 de febrero a los eventos del 107 aniversario de la promulgación de la Constitución Mexicana, en el Teatro de la República, Querétaro, presididos por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
No asistió el Presidente López Obrador por estar ocupado en la presentación de su paquete de reformas estructurales en temas relacionados con salarios, pensiones, Poder Judicial, eliminación de diputaciones de representación proporcional y otras, cuando faltan unos meses para terminar su ejercicio.
A López Obrador lo tendremos por Tamaulipas en el Segundo Informe del Gobernador Villarreal, programado tentativamente para el 25 del presente.