Claudia Vázquez
Por alguna extraña razón, Tamaulipas siempre destaca en el escenario nacional, y para desgracia nuestra, rara vez es por cuestiones positivas, porque generalmente es por actos violentos, corruptos u otros que igual afectan a los tamaulipecos.
La verdad es que la llegada de la llamada cuarta transformación vino a renovar la esperanza de todos en un mejor sistema de gobierno que trajera no solo paz, sino también prosperidad y mejora de los sistemas de salud.
Sin embargo, hasta hoy el gobierno le ha quedado a deber al pueblo, por lo menos el sector salud no ha podido ser saneado, de ahí que sea señalado por falta de medicamentos, equipo y hasta personal médico. De los actos corruptos, mejor ni hablamos, porque se podría decir que terminaron siendo igual o peor que los que se fueron.
Y obvio que todo esto ha traído consigo una especie de retroceso o estancamiento, porque la falta de vacunas provocó el regreso de enfermedades que se creía desterradas, y otras igual de graves van al alza.
Tal es caso de la llamada viruela símica, conocida como viruela del mono, que empieza a preocupar a las autoridades y obvio a la ciudadanía, porque ya documentaron dos casos la semana pasada en el puerto de Altamira.
Por supuesto que habrá quien piense que dos casos no son nada, pero partiendo que el año pasado solo hubo un caso, entonces lleva a presumir que, si estamos a mitad del año, los casos no se van a detener, y menos anta la falta de recursos que parece enfrenta el sector.
La preocupación aumenta, y es justificable, porque las estadísticas oficiales revelan que en los últimos cuatro años Tamaulipas ha registrado 34 casos.
Claro que la Secretaría de Salud en la entidad hizo lo menos que podría hacer; un llamado a la sociedad civil para que tome las medidas necesarias y evitar su propagación, porque esta enfermedad se transmite principalmente por contacto estrecho con personas infectadas, secreciones corporales o superficies contaminadas.
Así que, con los pacientes en atención en el puerto de Altamira, toca cuidarse y no minimizar la situación porque considere bajo el número de casos. Sin embargo; no se debe perder de vista que la cifra nacional supera los 170 pacientes.
El tema ha llegado al Senado, donde han acusado que el repunte de la viruela en el país es reflejo, dicen; del colapso del sistema de salud a nivel nacional.
Desafortunadamente; la viruela se suma a las cifras de: sarampión, dengue, tosferina y hepatitis.
Ahora sí que tendríamos que recordar la frase aquella que dice: con la salud no se juega, y menos si las autoridades no encuentran la solución a los problemas.