Melitón Guevara Castillo.-
Están de vacaciones maestros y alumnos y en este periodo se está
dando una guerra mediática en relación a los libros de texto; cuyo
contenido, entiéndase, es la visión del poder, de cómo se debe educar o
enseñar a las nuevas generaciones. Para muchos es un adoctrinamiento,
para iniciar así, un culto a la 4T. En principio, vale anotar, todos los
gobiernos hacían su reforma educativa.
Hace tiempo en los medios de comunicación empezó la explicación
de los nuevos libros de texto, así como su orientación política e ideológica.
Sin embargo, como ya se van a usar, ya pusieron el grito en el cielo los
“conservadores”, diría AMLO, y en TV Azteca se nota la enjundia que pone
el conductor de cada emisión noticiosa, explica y reitera los distintos
contenidos y los que son casi suprimidos.
ESTRUCTURAS MENTALES
Soy de la generación de los cincuenta y me toco estudiar la
preparatoria en los setenta, en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez. Atrás
había quedado el 68 y en un afán de reconciliarse con la oposición
ideológica, incorpora a jóvenes a su gobierno y emprendió una reforma
educativa que, afirmaba, tenía como meta cambiar las estructuras mentales
de las nuevas generaciones. las asignaturas tenían una visión dialéctica, los
autores de los textos eran vistos como progresistas o revolucionarios… Se
tenía que leer el Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels; El
Estado y la Revolución de Lenin; El libro rojo de Mao, entre otros.
Salvador Allende, que fuera Presidente de Chile, vino a México y en
una de sus conferencias asentó que ser joven y no ser revolucionario, era
una contradicción. En fin, se buscaba que los nuevos conocimientos
tuvieran una orientación político-ideológica, y ya aparecían conceptos como
lucha de clases, hegemonía dominante, países poderosos y periféricos, por
eso Echeverría fundó el Centro de Estudios del Tercer Mundo y dio vida a la
Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados. Pretendió ser
el líder de los países en desarrollo, conocidos como del Tercer Mundo.
PRETENSION DE AMLO
No es desconocido que AMLO tiene la pretensión de ser conocido
como el mejor Presidente de México, por eso tiene como icono a Benito
Juárez, y desde un principio estableció que su gobierno es una cuarta
transformación social, política, económica y cultural. Para lograrlo tiene que
destruir las instituciones que identifica como neoliberales y construir las
nuevas, acordes con el propósito de perpetuar en el poder a su movimiento.
Para perpetuarse en la historia, para ser recordado por siempre como
Benito Juárez, es preciso modificar el esquema educativo; enseñar a las
nuevas generaciones que, quienes gobernaron antes que él, fueron malos y
perversos; y que la 4T, en donde su liderazgo es indiscutible, transformó, a
México apoyando a los pobres. Tiene que cambiar la mentalidad del
mexicano para que las nuevas generaciones sean menos individualistas,
menos aspiracionistas y prefieran otra forma de repartir la riqueza nacional,
entre ellas, con las pensiones universales, las becas para los estudiantes, el
apoyo para sembrando vida, entre otros.
EDUCACIÓN PÚBLICA
Es fácil de entender lo que sucede: la educación pública la imparte el
Estado y es el Estado el que decide que enseñar a las nuevas
generaciones; así, en una reforma, se estableció que tenía que ser laica,
para hacerla diferente a la religiosa; ahora, entonces, seguirá siendo laica,
pero ideologizante en el sentido que busca establecer en las nuevas
generaciones una nueva mentalidad, una nueva visión del mundo que nos
rodea, una nueva forma de resolver la problemática que nos aqueja.
De siempre la lucha entre el Estado y sus opositores en temas
educativos ha sido intensa. La iglesia católica, la derecha política, sobre
todo han cuestionado la orientación de la educación pública; de ahí que, con
el tiempo, se intensificara la educación privada. Y es en los centros
educativos privados en donde, por décadas, se han formado líderes
empresariales y buena parte de los líderes políticos del neoliberalismo.
AMLO, entiéndase, con la reforma educativa busca sentar las bases
políticas e ideológicas de la 4T.
CONTINUIDAD CON CAMBIO GENERACIONAL
¿Qué garantía tiene AMLO de que el próximo gobierno continúe con
su programa educativo? Ninguno, por eso, su obsesión de que haya
continuidad, de que Morena gane en el 24 la Presidencia de la Republica. Y
quiere, por eso, obediencia y sumisión: por eso su favorita es Claudia
Sheinbaum y el plan B es Adán Augusto; bien que sabe que otro, por decir,
Marcelo Ebrard también buscaría darle su sello personal al nuevo gobierno.
Todos gobiernos neoliberales hicieron en el primer año su reforma
educativa, AMLO prácticamente al final de su gobierno. Su prioridad, es la
continuidad de su gobierno… Y, por cierto, conociendo a AMLO pese a
amparos, los libros van: una y otra vez reitera que no le vengan con que la
ley es ley: no la obedece y siempre busca como burlarse de los jueces.