Alfredo Guevara
No muy convencidos, pero finalmente los productores de sorgo de la zona norte, accedieron a sostener un diálogo con el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural VÍCTOR MANUEL VILLALOBOS.
El encuentro será en la Ciudad de México el próximo martes, donde los productores reiterarán, con carácter de urgente, la entrega del incentivo económico que, de cierta forma, compensa el bajo precio con el que se comercializa la tonelada de sorgo.
Al lado de los productores, irá a México el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado ANTONIO VARELA FLORES.
Dicho funcionario recibió a productores de San Fernando en la sala de juntas de la dependencia, donde escuchó reclamos y advertencias, en caso de que no haya una respuesta satisfactoria.
VARELA FLORES prácticamente se vio acorralado, por gente de la Unión de Ejidos Productores Agropecuarios y Pesqueros del Valle de San Fernando, que acompañaron a GUILLERMO AGUILAR y ANTONIO MEZA.
Acorralado porque ni siquiera los asesores del Secretario de Desarrollo Rural, PERFECTO SOLIS ALANIS y JUAN BÁEZ RODRÍGUEZ pudieron quitárselos de encima.
Claridosos como son los hombres y mujeres del campo, hablaron amargamente mal del Secretario General de Gobierno HÉCTOR JOEL VILLEGAS GONZÁLEZ a quien lo calificaron de mentiroso, por tantas cosas que les dijo y no ha cumplido una sola.
Pudiera decirse que VARELA recibió un nuevo voto de confianza de los productores, en espera de que, en la reunión con MANUEL VILLALOBOS, regresen a Tamaulipas con una respuesta positiva.
Los campesinos están decididos a todo; no tienen el menor temor y si bien desistieron de continuar con el bloqueo de la carretera Victoria – Matamoros a la altura de San Fernando no fue por miedo ni por precaución.
Consideran que su lucha social es justa, conscientes de que, si no reciben el estímulo económico, los productores pueden ir a la quiebra.
Consideran que atraviesan una de las peores etapas como productores de sorgo, porque además de que no hay un precio por tonelada de sorgo como en los buenos tiempos, difícilmente van a recuperar lo que se invirtió en la siembra de este cultivo.
Y aunque van con toda la intención y tienen confianza de regresar con una respuesta positiva, difícilmente se puede pensar igual.
Más bien, será un nuevo gasto que tendrán que hacer los que vayan, que al igual que lo invertido en el campo, tampoco lo recuperarán. En fin.
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