Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Lo sucedido en Nuevo León, con un gobernador chiflado que creyó posible romper el orden constitucional, imponiendo a un incondicional para que le cuidara la silla mientras él iba a hacer campaña presidencial, es una evidencia de cómo los políticos creen que su investidura les alcanza para hacer y deshacer a su antojo.
Es también, por supuesto, una muestra de, cómo el desprecio por la constitución y las leyes que ha mostrado a lo largo de su mandato el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha permeado hacia los suyos y sus aliados.
Porque, aunque lo niegue, Samuel García es un aliado de Morena y precisamente por eso quería competir por la presidencia. No buscaba la candidatura para ganar, sino para hacerle un favor al partido en el poder. Su tarea era hacer suyo el voto de la clase media y los jóvenes, para así restarle fuerza a Xóchitl Gálvez.
En otras palabras, iba a servirle de comparsa al morenismo.
Afortunadamente, de nuevo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), cumplió con su tarea de máxima defensora de la constitución y aplacó al junior neolonés, al resolver que el gobernador interino de Nuevo León sería el que había designado el Congreso del Estado y no su secretario general.
Frente a los hechos, y ante el riesgo de quedarse “chiflando en la loma”, García no tuvo otra que bajarse de la contienda electoral y retomar su cargo de gobernador, sin que ello signifique que terminó la crisis de gobernabilidad que originó su capricho de ir por el el juguetito de la candidatura presidencial, porque también hay otro gobernador designado por el Congreso y reconocido por la SCJN.
El asunto es que, de todo este caos sin precedente en la historia del país que vive Nuevo León, lo más relevante, desde mi punto de vista, es que quedó demostrada la fortaleza del Poder Judicial Federal, que sirve de escudo frente a los excesos que se cometen desde los otros dos Poderes.
Por eso es buen momento para preguntarnos: ¿Se imagina lo que sucederá si en algún momento la próxima Presidenta o Presidente de la República llega a tener dominio absoluto sobre los tres Poderes?
Toquemos madera para que eso no suceda nunca. Si eso ocurre estaremos abriendo la puerta al caos social. Y créame, nos vamos a arrepentir.
No importa quien vaya a ganar la Presidencia en el 2024. Lo que verdaderamente debe importarnos es que siga vivo el principio de división de poderes, para evitar los excesos de quien va a gobernar al país.
Y la única forma de lograrlo es que la Suprema Corte de Justicia, en representación del Poder Judicial, siga fuerte, independiente, autónoma, como hasta ahora, para que se mantenga como dique contra la chiflazones o caprichos de gobernantes, como el mandatario neolonés, que nublados de poder suponen, como en aquella clásica película mexicana de, “La Ley de Herodes”, que la Constitución son ellos.
¡Viva la Corte, pues!
EL RESTO
ARREGLADO TAMPICO.- La presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, coordinadora de la bancada de Morena y aspirante a la candidatura por la alcaldía de Tampico, Úrsula Patricia Salazar Mojica, rindió su segundo informe legislativo.
Ante más de dos mil personas reunidas en el salón Tampico de la ExpoTampico, que la ovacionaron con el grito de, “presidenta, presidenta”, Salazar Mojica detalló el trabajo legislativo que impulsó durante el segundo año de la 65 legislatura.
En la víspera de la definición de las candidaturas para la elección del 2024, resulta claro que Úrsula será la carta con que Morena intentará arrebatarle al PAN el gobierno de Tampico. Dicho en otras palabras, Tampico está arreglado.
Cuando los reporteros le preguntaron al respecto, la sobrina del presidente, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su disposición, “para servir al pueblo desde el lugar que el mismo disponga porque, el pueblo pone y el pueblo quita”.
ASI ANDAN LAS COSAS.