“Se nos reventó el barzón y sigue la yunta andando” es un fragmento de una canción popular mexicana, que hace alusión a que pese las circunstancias no favorables, las actividades continúan, no con los resultados esperados, pero si buscando alcanzar la meta.
Esto viene a colación, en razón de que hace unos días, la Mayoría de Diputados Federales de Morena, aprobó un presupuesto de egresos para el país, en el que déjeme decirle, le asignaron cero pesos al campo con respecto al ejercicio 2023.
Es decir, para 2024 no tendremos novedad por parte del Gobierno Federal con algún programa de apoyo para las diferentes actividades que realizamos en el campo.
De nada sirvió el gasto, que productores, organizaciones y funcionarios realizaron el día 10 de octubre, para participar en el Parlamento Abierto, el cual fue convocado por la Comisión de Agricultura de la H. Cámara de Diputados en la Ciudad de México.
Es que, a éste ejercicio plural, donde tuvieron presencia y expusieron las principales necesidades del campo de México, contó con la participación tanto de mujeres campesinas, jóvenes rurales, así como de agricultores, ganaderos, pescadores y hasta silvicultores. Asimismo, funcionarios estatales, sin importar la filiación política de cada uno.
Habremos de recordar que en estos últimos cinco años, el Presupuesto para el campo ha ido en decremento de manera exponencial, en 2019 desaparecieron Aserca, organismo encargado de apoyar la comercialización de granos, como el maíz y sorgo, y con ella también se fueron las coberturas de los precios y los fondos de aseguramiento; también vimos desaparecer el seguro catastrófico, los programas en concurrencia que daban la oportunidad de adquirir maquinaria, equipos e implementos; y este 2023, desaparecieron también a la Financiera Nacional de Desarrollo.
Es importante sostener, que los campesinos y productores no estamos en contra de los programas sociales, los cuales año con año han aumentado sus recursos, hasta llegar hoy a 646 mil 785 millones de pesos para el siguiente año; lo que si lamentamos en el campo, es que el presupuesto, en este caso ha venido disminuyendo, llegando a tan solo 74 mil 110 millones de pesos para el 2024, cifra que sin duda se compromete al disminuir los gastos de operación, como la nómina, viáticos, servicios y otros gastos de los funcionarios.
De no contar con recursos públicos para el siguiente año, sumándole el conflicto por el trasvase agua, en que se encuentran los compañeros productores del Distrito de riego 026, es momento de crear conciencia entre quienes vivimos del campo.
Cuando un engrane de la sembradora falla, se revisa, se repara y vuelve a trabajar, pero cuando vuelve a fallar, éste lo quitamos y lo reemplazamos por uno que si pueda con el trabajo.
Hoy de nada sirve el presupuesto más grande de la historia para el 24, sino le asignan pesos y centavos al campo.
Imaginemos que, si la sequía no cede y el próximo ciclo la volvemos a tener, como éste año, no habrá dinero que rescate a ganaderos principalmente.
Y volviendo entonces con la canción, el barzón es una pieza fundamental, que une a la yunta con el arado, la yunta es la tracción animal unida por el yugo, la cual a un solo paso recorre los surcos que el campesino le indica y el arado es el implemento agrícola, que es utilizado para abrir esos surcos en la tierra.
Hoy no hay un solo peso en el presupuesto federal que tenga como destino apoyar a los campesinos y productores, aunque la Ley de Desarrollo Rural así lo establezca, quienes nos representan, ósea los Diputados, rompieron el vínculo y olvidaron el compromiso con quienes les dieron la confianza; ahí se reventó el barzón y si, efectivamente, sigue la yunta andando.
Hasta la próxima.