abril 30, 2024
Publicidad
marzo 24, 2019 | 201 vistas

Shalma Castillo.-

“El mundo es tan grande como para quedarnos en un solo rincón del planeta toda nuestra vida”, así es como piensa Valeria Díaz.

Su sueño es conocer las siete maravillas del mundo, de las cual lleva dos en la lista (Chichén Itzá y la Muralla China).

A sus 25 años ha recorrido varios continentes y la mayor parte de Estados Unidos.

Luego de haber egresado de Trabajo Social en la UAT, decide iniciar la experiencia de conocer el mundo y ahora vive en Connecticut (a una hora de Manhattan, New York); donde trabaja como au pair.

Antes estuvo en San Francisco, California.

Esto le ha permitido viajar, perfeccionar el inglés y estudiar. En San Francisco estudia el inglés en el Community collage of San Francisco.

Y en Connecticut estudió Methods of research design en Fairfield University.

UNA VIDA VIAJANDO

Valeria comparte que desde los 20 años decidió salir de casa para coleccionar experiencias, aprender y crecer como persona.

Primero empezó con un verano de investigación de su carrera, en el Colegio de la Frontera Sur en Chetumal, Quintana Roo, detalla que el proyecto trata de las comunidades indígenas del sureste de México, ahí solamente la parte teórica, sin tener contacto con las personas.

Recuerda que esa fue la primera ocasión en que subió a un avión para viajar hasta el otro extremo del país.

La segunda experiencia es en Colima, ahí permaneció por un semestre de movilidad académica.

Después regresa a Victoria, para realizar su último año de carrera, pero antes de graduarse aprovecha para realizar otro verano en Mérida, a trabajar en comunidades indígenas, pero ahora sí en la teoría y práctica, viviendo en una comunidad maya.

 

LA COMUNIDAD MAYA

“Es súper padre, otra cosa”.

Describe brevemente sobre la experiencia de vivir en una de las pocas comunidades indígenas que quedan en el país.

“Es gente humilde, pero te dan todo lo que ellos tienen, y es sorprendente, porque te dicen que nosotros vamos a enseñarles, nosotros trabajamos con los niños directamente y nos dicen que nosotros les enseñamos maneras de vivir”.

Dormir en hamaca, sin luz, cocinar lo que cosechan en la lumbre, así permanece por más de dos meses en Canicab.

 

CONOCIENDO EU

La aventura americana inicia cuando descubre por Facebook el trabajo de au pair, y al estar estudiando inglés se anima a aplicar para mejorar el idioma y vivir nuevas experiencias.

La primera parada es en San Francisco, California, ahí permanece por un año realizando el intercambio cultural con una familia.

Durante su estancia aprovecha para recorrer cada rincón de California, desde Los Ángeles, San Diego, también va a Arizona, Las Vegas, entre otros.

Las au pair pueden estar dos años trabajando, y dice que al terminar el contrato con la primera familia decide extenderlo y moverse; ahora está Connecticut, dice que en ese trabajo, además de obtener la visa para ello, también deben estudiar, es una obligación, porque tienen que cumplir con ciertos créditos, primero estudia inglés para perfeccionarlo y ahora métodos de diseños de investigación.

 

EL APRENDER OTRAS COSTUMBRES

En las celebraciones… como es de saber, los mexicanos hacemos fiesta por todo y fiesta en grande. En Estados Unidos no son pocas las fechas que celebran a lo grande, como es el cuatro de julio, Halloween o Thanksgiving; “siento que guardan todas sus energías para esas fechas”.

El choque cultural; “los latinos somos muy relajados ante los problemas o situaciones difíciles, es decir, vemos el lado positivo y acá por cualquier cosa ya es algo súper grave”.

Pero lo que sí está increíble es que tienen mucha más educación vial, por lo que es fácil manejar, en general todas las señales y reglas de tránsito son muy respetadas.

 

ASIA ES OTRO MUNDO

“Decido aventarme el viaje sola, y es una experiencia increíble, que le recomiendo a todos; aunque está de locos, porque en China casi nadie habla inglés y mucho menos español y literal es comunicarte en señas”.

De las cosas más sorprendentes que conoce en China, dice que es ver cómo tienen a los perros colgados “como si fueran vacas en México” y con ellos hacen cortes de carne.

“Es un impacto súper loco, y a la vez darme cuenta que soy famosa para ellos, porque la gente me graba y toma fotos, es como si en Victoria un chino llega a un lado y todos voltean a verlo; bueno yo creo que eso dicen ellos de mí al llegar a un lugar, y como se dan a entender me dicen que si me puedo tomar fotos con ellos”.

Asia es otro mundo… platica que decide ir a China porque en sus planes desde siempre está hacer “algo muy loco” y empieza a investigar vuelos para aquel continente, encuentra algunos muy baratos y como una de sus metas es recorrer las siete maravillas del mundo, y pese a que quiere ir a Japón y Tailandia, opta por China para visitar la Muralla.

Su recorrido pasa por Beijing, donde prueba los escorpiones, en un mercado que parece “feria”, pero en lugar de comer fresas con crema o papas, allá comen pato, perros, cucarachas, entre otros animales e insectos. Y en Xi’an hay un barrio donde hay más perros gigantes colgados e incluso a los comen en brochetas.

En China tienen sus propias redes sociales, el Gobierno tiene restringido el acceso a WhatsApp, Facebook, Instagram, lo que para en América es libre, dice que por ello tiene que pagar por una aplicación paga cubrir su red, para que no se dieran cuenta que usa las redes sociales.

“En Shanghai yo descargo el mapa básico, y me pongo a comer y al salir del Subway no tengo idea a dónde ir, porque el mapa ya no me sirve y esa vez digo pues ahora a sí a lo cursi, a donde el corazón me diga voy a caminar, me acuerdo que volteo a mi espalda y veo todos los rascacielos de Shanghai y me quedo impresionada, increíble, pienso estoy en China y sola con una vista hermosa”.

 

PARA RECORDAR

Una anécdota no tan agradable, es cuando casi pierde un vuelo en Xi’an.

“Llego al aeropuerto de Xi’an y como es muy pequeña la ciudad prácticamente nadie habla inglés, y en ese momento ningún trabajador ni la de atención a clientes habla inglés. Y yo sin tener la reservación de mi vuelo a Shanghai, y nadie me puede solucionar porque no me entienden y como me hago entender logro que me ayuden, pero en mi pasaporte tengo la visa de EU y en esa visa dice el lugar en donde te la entregan y como a mí me la dan en Monterrey, ahí dice, y después viene tu apellido y nombre. Pero el muchacho me pone de nombre Monterrey Díaz en el ticket y yo digo ¡no puede ser! mi vuelo es en diez minutos y mi sala la última de ese aeropuerto gigante; me regreso con el muchacho y como puedo le explico que esa es mi visa de EU y yo no soy de ahí, que para eso le muestro mi pasaporte y le digo ‘this is my name’, al final va a hablar con los de seguridad que estaba equivocado el ticket, hablando todo en chino, me dejan pasar y cuando subo al avión cierran las puertas, literalmente solo me esperaban a mí, ya estando en mi asiento que me pongo a llorar mucho”.

 

¡VIAJA!

“Si tus amigos no quieren ir o no pueden, hazlo solo, con miedo nunca vas a llegar a ningún lado”, expresa.

Lo único que te llevas el día que te toca partir, son las experiencias… eso lo tiene claro Valeria.

Dentro de sus aventuras viajeras, recuerda la última; Puerto Rico, con playas hermosas y fiesta interminable.

Dice que huyendo del frío de Nueva York y queriendo vivir la fiesta latina, elige Puerto Rico.

 

LO SIGUIENTE

En junio regresa a su natal Victoria porque termina con su contrato, el cual ya no puede extender, además piensa que todo en la vida es un ciclo, y este ya va a terminar, lo que le queda como experiencia bonita donde aprende cosas buenas y malas.

Los planes en mente es estar con su familia un par de meses y después el siguiente destino es Australia.

Para ello está en proceso de información; “allá quiero tramitar la visa de estudiante y eso permite estudiar legalmente y trabajar, porque ahora quiero hacer mi maestría, luego de obtener la visa es más fácil que el Gobierno de Australia permita estudiar un posgrado”.

¿Por qué Australia, en el continente más lejano?

“Me llama la atención, creo que no es tan turístico como otros países, aparte quiero aprender un inglés diferente, me han dicho que es otro mundo distinto solamente que el horario sí es completamente distinto, pero es una de mis opciones, y si no se me hace tengo un plan B; regresar a Mérida porque me encanta vivir ahí, es segura y económica”.

“Mi familia está acostumbrada a que no paro, y siempre me apoyan en todo lo que quiero realizar”.

 

Comentarios