Después de un periodo de preocupación y cuidados intensivos, la actriz Silvia Pinal ha sido dada de alta, por lo que ahora podrá continuar con su recuperación en la comodidad de su casa bajo los cuidados de su familia, particularmente de su hijo Luis Enrique Guzmán.
Silvia Pinal regresa a casa
El regreso a casa marca un momento de alegría para Silvia Pinal, quien, de acuerdo a palabras de Luis Enrique, estaba ansiosa por dejar el hospital y retomar su vida en su hogar.
A pesar de los desafíos que enfrenta a causa de su salud, el entusiasmo de la actriz no se ha visto mermado, soñando incluso con visitar Acapulco tan pronto como su estado de salud lo permita.
Por su parte, su familia se prepara para proporcionarle todos los cuidados necesarios en casa, siguiendo las indicaciones médicas y esperando el momento adecuado para que Silvia Pinal pueda disfrutar nuevamente de todas sus actividades favoritas.
Se mantiene fuerte
Luis Enrique también resaltó la fortaleza y el buen humor de su madre durante su tiempo en el hospital, asegurando que su salud general es buena y que su corazón se mantiene fuerte, lo que contribuyó a su pronta recuperación.
La noticia del alta médica fue anticipada por Sylvia Pasquel, hija de la actriz, quien había compartido días atrás que la recuperación de su madre estaba progresando favorablemente.
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¿Por qué estaba internada Silvia Pinal?
Tras salir del hospital a causa de una infección bacteriana en sus pulmones, la actriz volvió al nosocomio debido a la complicación de una llaga en su espalda, la cual estaba mejorando de forma positiva, hasta que la familia de Silvia Pinal utilizó zalea de borrego.
«El problema fue que al generarle mucho calor se le infectó y ahí empezaron los problemas,» explicó Efigenia, su asistente personal, subrayando cómo un paso en el tratamiento resultó contraproducente.
Además, una resonancia magnética terminó por agravar la situación. La larga duración de la prueba, que mantuvo a Pinal inmovilizada durante horas, lo que también contribuyó a que la llaga se agravara.
