El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien fue detenido tras una irrupción en la Embajada de México, en Quito, ha sido dado de alta, por lo que volverá a una cárcel de máxima seguridad en las próximas horas.
Jorge Glas es dado de alta
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI), recordó en un comunicado que Glas permaneció bajo observación médica durante las últimas horas en el hospital Naval de la ciudad de Guayaquil.
Glas sufrió una descompensación, que un parte policial atribuye a una posible sobredosis de medicamentos y que las autoridades penitenciarias han relacionado con su negativa para ingerir alimentos.
De acuerdo a las evaluaciones realizadas, “al momento presenta parámetros de salud estables y dentro del rango de normalidad, por lo que puede recibir el alta médica correspondiente”, señaló en el escrito.
Regresará a la cárcel
El SNAI agregó que Glas retornará a La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador en donde se encontraba recluido después de su detención en la Embajada de México.
En esa cárcel -apuntó el SNAI- se velará “por la protección de la integridad física” de ecuatoriano.
Abogado se queja del comunicado
Andrés Villegas, abogado de Glas, calificó de escueto el comunicado del SNAI y se quejó por la falta de información oficial sobre la situación real en torno a la salud de Glas.
Villegas señaló que esperan recibir información oficial sobre la situación de Glas, que fue ministro y vicepresidente durante el mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017).
Jorge Glas había pedido asilo al Estado mexicano, que se lo concedió el pasado viernes, a lo que horas después el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó el asalto a la Embajada de México para detenerlo, lo que provocó la ruptura de relaciones por parte de México.
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Condenan asalto a la embajada
El asalto a la embajada fue condenado numerosas veces por figuras políticas de todo el mundo, mientras que Ecuador justifica su acción por la lucha contra la corrupción, ya que Glas está procesado por presunta malversación de fondos durante la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016.
Glas debe completar una sentencia de ocho años en otros dos casos, por los que ya estuvo cerca de cinco años en prisión entre 2017 y 2022.
