Dhena Mansur Sánchez
Eso es exactamente lo que le tomó a México tener su primera presidenta.
Yo sé que no se compara una liguilla con una elección para presidente de la república, pero pasó exactamente lo mismo, como al América le dicen que le robó el triunfo a la Máquina, igual le están diciendo a Morena, que todo fue fraude y que por eso no ganó Xóchitl.
Lo que es no querer aceptar triunfos ajenos o ser un buen perdedor, me sigue sorprendiendo la gente de una manera tan, pero tan impresionante en su manera de reaccionar ante las victorias ajenas y, en esta ocasión, estamos hablando de una victoria arrasadora y contundente.
La pregunta para todos los panistas y priistas: ¿Les hubiera gustado que, de haber sido ustedes los ganadores contundentes, les estuvieran diciendo que todo fue un fraude? Por supuesto que no. Estuvieran muy satisfechos con el resultado y, de mencionarse cualquier fraude, lo negarían a toda costa. Sin duda alguna eso nos sigue describiendo como mexicanos, el no aceptar una derrota cuando se presenta y el descalificar resultados como en este caso un gran ejercicio de los ciudadanos para fortalecer y darle voz a la democracia.
Por otro lado, no solo descalifican al ganador, también al que acudió a la casilla a votar por él y, lo más grave de todo, a la autoridad electoral, porque al decir que fue fraude estas asegurando que el voto de todos no contó ni fue válido, así que no es cualquier cosa que se atrevan a decir que fue fraude por eso te pregunto ahora: ¿Fue fraude porque tu candidato perdió? Y repito ¿Si tu gallo hubiera ganado también dirías que fue fraude? No lo creo.
En gran parte hay que aceptar como hemos sido. Bien dicen: crea fama y échate a dormir. Eso parte de lo mismo. ¿Qué tan corruptos seremos que ya en ningún resultado creemos? Hasta rima.
Sabemos que nuestro país, aunque duela decirlo, está inmerso en la corrupción, pero no por eso tenemos que sumergirnos siempre en ese mar de corruptelas para decir que absolutamente todo es de carácter fraudulento.
Deja mucho que desear y me refiero aquí a la carente seriedad y las inconsistencias de Xóchitl ante una evidente derrota, ya que en un principio hasta decidió contactar a la virtual ganadora para felicitarla dando a entender que aceptaba no verse favorecida y tiempo más tarde emite un mensaje con la clásica que todos conocemos, la intención de impugnar, esa estrategia que vemos y vemos de tantos perdedores dejando mucho que desear y solo mostrándose hasta ridículos en vez de tener una actitud digna de admirarse sea cual sea el resultado.
Como, por ejemplo, el video que compartió quien recién gozaba de su libertad, Eugenio Hernández Flores, esa sí fue una sorpresa, el que no ganara y aun así se mostró agradeciendo todos y cada uno de los votos recibidos, aceptando que no logró llegar al Senado portando un semblante tranquilo y en paz, sin ninguna intención de buscar impugnar, como muchos otros que hasta parece que se ponen de acuerdo ya que optan por la misma estrategia de combate.
Esas son las reacciones que necesitamos en nuestros gobernantes, nada bueno puede surgir de alguien que no acepta, que no se resigna, que busca confrontación, todo eso solo esta meramente alejado de la paz, si observan bien y por estas mismas reacciones estamos cegándonos de ver el verdadero triunfo y este es que ya una mujer se le considere capaz de gobernar al país entero.
200 años después Claudia Sheinbaum se ha convertido en la primera mujer en la historia de México en alcanzar la presidencia heredando de su padre la pasión por la política y la naturaleza y de su madre el gusto por la ciencia.
Permitámosle gobernar ya que en esta fiesta cívica no gano el mejor o el peor sino por quien más se votó y a eso señores, aquí y en china se le llama democracia.
¡Felicidades, México por elegir a tu primera mujer presidenta!
X: @DhenaMansur
