enero 30, 2025
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Rogelio Rodríguez Mendoza

70 y 40

enero 28, 2025 | 59 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza

 

Eran los primeros meses de 1984, cuando llegué a las oficinas del periódico EL DIARIO de Ciudad Victoria para solicitar oportunidad de realizar mis prácticas profesionales como estudiante de la carrera de Periodismo y Comunicación de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

Era apenas un jovenzuelo de 18 años de edad. El director del periódico, el abogado Juan Guerrero Villarreal, me recibió en su despacho con la caballerosidad y formalidad que siempre lo caracterizó. Luego de escucharme brevemente, me instruyó: “pase con el jefe de Redacción (José “Pepe”, Walle Juárez) para que le dé instrucciones”.

Concluidas mis prácticas profesionales, el periódico me abrió las puertas para formar parte de su plantilla de reporteros. Lo pedí y me asignaron a la cobertura de la sección de seguridad pública. “La policiaca”, como le llama la ciudadanía, estuvo bajo mi responsabilidad 18 años. Eran tiempos en que la fuente policiaca era la mejor escuela para aprender a hacer periodismo de investigación.

Desde entonces, EL DIARIO de Ciudad Victoria ha sido mi segunda casa. Han transcurrido a la fecha poco más de 40 años y, con mucho orgullo, puedo presumir que sigo siendo parte del periódico más icónico de la Capital del estado y sin duda el más prestigiado y respetable.

Actualmente formo parte del equipo de columnistas y a la vez sigo ejerciendo la actividad que me apasiona: reportear la noticia. Ya no escribo crónicas criminales. Ahora narro el desenlace de la noticia generada desde el Congreso del Estado y la que produce el sistema de justicia.

¿Por qué nunca buscaste otras opciones? me han preguntado en varias ocasiones, y la respuesta ha sido siempre la misma: “porque EL DIARIO es el mejor periódico, y sobre todo porque ahí nací (periodísticamente) y ahí espero retirarme”.

Le cuento de ello porque EL DIARIO de Ciudad Victoria cumplió, este 28 de enero, 70 años de existencia, y puedo presumir, con orgullo, que he sido parte de esa historia en cuatro de las siete décadas transcurridas.

Por eso considero propicia la ocasión, para agradecer al presidente del Consejo de Administración, José Ángel Cárdenas del Avellano, la oportunidad de seguir haciendo periodismo desde estas páginas.

Gracias, sobre todo, porque a lo largo de estos 40 años he tenido plena libertad para ejercer la tarea de comunicar la noticia.

Desde mi espacio editorial, “Confidencial”, la columna que escribo de lunes a viernes, he podido ejercer, sin censura, mi derecho a la libertad de expresión, pero sobre todo he podido seguir haciendo lo que siempre quise hacer: periodismo de crítica.

Por supuesto, gracias también a los lectores que han hecho de EL DIARIO de Ciudad Victoria, el mejor periódico en la entidad.

La evolución tecnológica, y sobre todo las redes sociales, han favorecido, pero a la vez complicado la tarea de los medios de comunicación y de quienes ejercemos el periodismo, pero aquí seguimos y aquí seguiremos.

 

EL RESTO

AHÍ ESTÁ EL DETALLE.- Mientras a nivel federal el Senado de la República se alista para echar a andar la tómbola con la que seleccionará a los candidatos a ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial de la Federación, en transmisión abierta por el canal del Congreso de la Unión y con la fe de un Notario Público, aquí nadie sabe, nadie supo cómo se desarrolló el proceso de insaculación para depurar el listado de aspirantes a una candidatura de juzgadores del Poder Judicial del Estado.

Aunque la Constitución, la ley y la convocatoria precisan que la insaculación deberá ser pública y transparente, para que no quede duda de manipulación, nadie sabe, nadie supo en que momento los comités de evaluación realizaron el ejercicio.

Por supuesto que el tema hace más ruido, porque casualmente en el listado de quienes resultaron insaculados hay nombres muy “sospechosos”, por su afinidad política o su parentesco con funcionarios o actores políticos.

Ahí está el detalle.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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